Había quien auguraba que el abandono de Vox del Gobierno de Castilla y León dejaba al presidente Alfonso Fernández Mañueco tranquilo, dominando el panorama político en la comunidad autónoma en solitario y liberado de un socio incómodo que imponía su ideología generando crisis como las de los recortes al diálogo social con sindicatos y empresarios o la puesta en marcha de un protocolo antiaborto que finalmente estalló en sus manos.
Sin embargo, la situación de Mañueco, en minoría en el Parlamento autonómico, con un presidente de las Cortes de la ultraderecha que no abandonó el cargo a pesar de la ruptura y solo 31 procuradores de 81, se evidencia mucho menos confortable: la oposición comienza a ganar batallas, el exvicepresidente Juan García-Gallardo empuña la ametralladora contra su exsocio en cada pleno y el año 2024 termina, por quinta vez en seis años, con prórroga de presupuestos.
La legislatura turbulenta de Gary Cooper
Hace solo unos días, el 20 de diciembre, se cumplían tres años de la sorpresiva decisión de Mañueco de convocar elecciones anticipadas y finiquitar su acuerdo de gobierno con Ciudadanos, que se enteró por la prensa en vísperas de aquella Navidad; pero también se han cumplido cinco meses de que Gallardo confirmara su dimisión tras la polémica por la acogida de menores inmigrantes y el consiguiente cese de dos de los tres consejeros de extrema derecha que sostenían, junto al vicepresidente, la mayoría del Gobierno que tomó posesión a principios de 2022.
La turbulenta legislatura, con sus periodos de paz llenos de sobresaltos y momentos de fuerte polémica, sostenida por el interés —el de mantenerse en el poder— de ambos bandos y los silencios y concesiones de la mayoría popular, que en alguna ocasión dejó hacer con leyes de concordia, declaraciones machistas, agenda 2030, peleas contra la bandera LGTBI en las Cortes y un largo etcétera, y en otras torció el brazo de su vecino de bancada, dio un vuelco con el nombramiento de los cargos del PP que sustituían a los caídos de Abascal en julio de este año.
Desde entonces, el equilibrio de Mañueco, —Gary Cooper, ‘Solo ante el peligro’ o ‘...que estás en los cielos’, que diría Pilar Miró—, para sostenerse sin temblores en su escaño frente a un cada vez más hostil exsocio y la férrea oposición del PSOE de Luis Tudanca, los incombustibles Pablo Fernández, de Unidas Podemos, y Francisco Igea y las minorías provincialistas (SoriaYa, Unión del Pueblo Leonés, Por Ávila), ha vivido algunos de los momentos más tensos que se recuerdan en el hemiciclo.
Irónico y despiadado, Gallardo carga contra su antiguo “estimado presidente” mientras la oposición acaricia gatitos. Digna de recuerdo para los anales será la última jornada plenaria de 2024 durante la que, ausentes los procuradores de Vox y presentes 35 de la oposición en sus asientos, el PP impuso, con la complicidad del presidente de la Cámara, su propuesta de terna de jueces para el Tribunal Superior de Justicia con sus únicos 31 votos a favor.
15.000 millones en un cajón
El PSOE no ha perdido ocasión de hacer leña del árbol caído —hablando en términos de mayoría absoluta—. Luis Tudanca resume en su balance del año lo que su grupo ha aprovechado de esta minoría de Mañueco: se ha conseguido que se aprueben iniciativas para el desarrollo de la provincia de Zamora, para la reindustrialización de León y otros dirigidos a la salud mental de los jóvenes o para restringir la actividad del juego. En la cartera, el pacto autonómico para la lucha contra la violencia de género o la tramitación de proposiciones de ley para proteger a los bomberos forestales, para darle garantías a las personas en el final de sus días o para blindar la vivienda pública.
Pero la madre de todas las batallas es el presupuesto; un año más sin cuentas de futuro. 15.000 millones de euros que Mañueco presentó en octubre y difundió por las nueve provincias, pero que finalmente, se quedaron en un cajón.
“Esto no tiene parangón en ninguna otra comunidad autónoma”, lanza la mano derecha (que no izquierda) de Tudanca, Ana Sánchez: “Comenzamos el 2025 como el Partido Socialista ya había vaticinado; sin presupuestos y sin capacidad inversora, porque la prórroga supone no invertir y, por tanto, vamos a empezar 2025 sin un plan para reducir las listas de espera, sin un plan para impulsar las viviendas de protección oficial, sin un plan para que haya más plazas de residencia pública, sin un plan para la provincia de León, es decir, sin capacidad inversora”.
“No hablan con nadie, y se pongan como se pongan y hagan todos los fuegos de artificio que quieran, lo que denota es una extrema debilidad de Mañueco al frente de la Junta de Castilla y León en estos últimos seis años”.
En ‘Solo ante el peligro’, Gary Cooper liquida al enemigo sin más apoyo que el de su pareja. Mañueco ya no tiene y el tiempo dirá.