¿Cuando fue que se jodió?- Si esto fuera un biopic, la tensión dramática habría que centrarla en los días en que todo el mundo sociata le pidió a Susana que diera el paso al frente y se hiciera con la secretaria general. Ella estaba dispuesta pero puso una condición: que no hubiera más candidatos. Madina recibió emisarios (se dice que Felipe y Zapatero mismo) que le rogaron que se retirara y dejara vía libre a la entronización. Madina se negó y Susana dio un paso atrás y se “inventó” a Sánchez. Bueno, el resto es hasta la noche de anoche, incluida la obcecación en que no coincidir con las generales y arriesgarse a esta arrasadora desmovilización.

¿De qué se ríen tanto? Lo normal en democracia a estas horas es que después de sacar el peor resultado de la historia del Partido Popular en Andalucía, Huanma Moreno y los suyos estuvieran haciendo las maletas a la espera de un relevo tipo Nieto, tipo Esperanza Oña, que no entienden a costa de qué estas alegrías con esos lamentables datos. Una alegría que sólo se explica desde la óptica de la irrupción brutal de Vox. Como si fueran suyos de toda la vida, como si en realidad en todo este tiempo ellos sólo hubieran interpretado el papelón de que eran centro derecha pero con el alma en la derecha extrema. Vista con perspectiva, la amarga victoria del moderadísimo Arenas contrasta cruelmente con esta alegre derrota y la ensoñación de Huanma de ser presidente andaluz entre banderas españolas y saludos brazo en alto.

Susto o muerte Rivera armó este lío porque se veía por delante del PP en las encuestas y como a Susana tampoco le venía mal por su cosa con Sánchez se dijeron: hagamos el teatro de que nos hemos peleado y convoquemos elecciones. Lo de Susana ya está escrito. Lo de Rivera/Marín ya es un clásico: ganan en las encuestas de mentira y pierden en las elecciones de verdad. Ni sorpasso ni leches. Pero la aritmética les ha venido a colocar en el centro de todas las miradas. Si apoyan a Susana después de todos los juramentos de nunca jamás, malo, muy malo, susto. Pero si deciden hacerse cómplices del PP y de Vox, todo su tinglado se derrumbará como un castillo de naipes. Muerte. Nos esperan días y semanas con exóticas, variopintas y estrambóticas piruetas de Rivera (que quiten a Susana y ponga a otra -¿Montero?-, que hagan presidente a Marín por la cara) hasta ver si consiguen que las andaluzas se vuelvan a repetir coincidiendo que las generales.

Alianza a ninguna parte.- Teresa y Maíllo tendrán que repensarse ese juego de sumas que al final fueron restas. El podemismo ilustrado y la nueva vieja Izquierda Unida se quedan en esta tierra de nadie que les debilita en su pulso interno con Iglesias y les deja sin ninguna influencia en las maniobras del verdadero poder. Tocan de nuevo tiempos de predicar en los desiertos.

La globalización también era esto.- Toda la noche se oyeron pasar wassap; del tipo “nunca creía que vería algo así” cayeron unos cuantos kilos. Me dejó pensativa un colega cordobés: “¿cómo es posible que 400.000 andaluces educados por nosotros, socialistas y Partido Popular desde la llegada de la democracia, hayan votado a un partido franquista, xenófobo, machista y homófobo?”.  Malditas fake news, pensé.Y pensé  obre todo que habíamos sido muy ingenuos pensando que los efectos de la involución (Brexit, Trump, Salvini, Bolsonaro, Torra) nunca llegarían a este rincón feliz del mundo de romerías, procesiones y sol embotellado. Otro wassap decía: he conocido dos reyes, seis presidentes, pero nunca esto… Yo sí,  le contesté, tirando de la memoria. Y de pronto recordé cómo me temblaban las piernas en las ruedas de prensa con Blas Piñar flanqueado por paramilitares y saludos fascistas. Y entonces supe que el tiempo se había dado la vuelta.