Las viviendas vacías se han convertido en un problema también para las administraciones públicas. El Ayuntamiento de Huelva tendrá que hacer frente al drama de la okupación en sus propiedades. Luis Virioso y Verónica Baeza, un matrimonio onubense, han okupado uno de los pisos municipales de la promoción del Seminario (VPO). 426 euros de ingresos familiares, dos hijos pequeños, tres visitas a la Empresa Municipal de la Vivienda sin solución y un mes y medio de okupas, según informa El Periódico de Huelva.

No le salen las cuentas
Estos son los números de la familia de Luis y Verónica a la que no le salen las cuentas. Vivían de alquiler cuando Luis se quedó sin trabajo en el mes octubre del año pasado y perdieron la única fuente de ingresos de su hogar ya que Verónica se dedica a cuidar de sus hijos en casa. Sin derecho a paro “porque en la empresa trabajaba mucho tiempo sin estar de alta”, la Empresa Municipal de la Vivienda fue la primera puerta a la que llamaron. “Pedí que me adjudicaran una de las viviendas municipales pagando un alquiler”. Luis cuenta que las razones para no aceptar su petición cambiaban con el tiempo en las tres ocasiones que acudió al Ayuntamiento a pedir ayuda. “Primero me decían que el Ayuntamiento no tenía ninguna vivienda vacía y luego que no podían concederme un piso, que no cumplía las condiciones porque no estaba trabajando. ¡Si estuviera trabajando no lo necesitaría!”, insiste. Tras el portazo municipal, Luis y su familia acudieron a la Cruz Roja. “De la vivienda (se refiere a la Empresa Municipal de la Vivienda) me mandaron a la Cruz Roja donde me dijeron que no podían ayudarme, que había mucha gente en mi situación”.

"Nos dio miedo y nos fuimos"
Durante las gestiones estuvo viviendo en casa de sus padres “pero mis padres sólo cobran la ayuda de 400 euros, igual que yo, y no podíamos aguantar más allí, era imposible sobrevivir”. Fue entonces cuando Luis y Verónica se convirtieron en okupas. “Okupamos un piso que llevaba mucho tiempo vacío en la calle Las Delgadas, detrás del Polideportivo Las Américas” pero a los seis meses el banco, la entidad propietaria, les exigió que se fueran bajo amenaza de denuncia judicial, “nos dio miedo y nos fuimos”. Cuenta que “un día pasábamos por aquí (por El Seminario) y nos dijeron que había muchos pisos vacíos. Lo hablamos y decidimos meternos aquí”. Uno de los vecinos les facilitó las llaves de la puerta del portal número 2 y “con la ayuda de un hierro conseguimos abrir la puerta” de uno de los dos pisos vacíos de la quinta planta.

Sin recibir comunicación oficial
Un mes y medio de okupación y aún no han recibido ninguna comunicación oficial del Ayuntamiento pero “sabemos que ya han iniciado un proceso de denuncia”. Verónica cuenta que días después de su okupación “fui a hablar voluntariamente con la policía para comunicarles nuestro caso y me dijo que tenían una carta en la que ponía que nos iban a meter a juicio”. Además, uno de sus vecinos ha comunicado el caso al Ayuntamiento y a la Empresa Municipal de la Vivienda a través de un documento oficial, consultado por El Periódico de Huelva, registrado en ambos entes. Sin documentación oficial en su poder sobre el proceso de denuncia ni requerimiento alguno de abandono del inmueble, Luis confirma que “en el Ayuntamiento lo saben porque yo he ido a decirlo y sólo me dijeron que me buscara un abogado de oficio”.

Con vergüenza y resignación
Miran a su alrededor con vergüenza y resignación “porque no me voy a quedar en la calle con mis dos hijos”. Tienen luz y agua gracias a la complacencia de los vecinos, a partir del mes que viene empezarán a pagar la comunidad y “sólo queremos que nos dejen estar en este piso pagando un alquiler de poco más de 200 euros como pagan todos los vecinos”. Recuerden que esta promoción de viviendas fue objeto de procesos de desahucios de manos del Ayuntamiento por impagos de los alquileres, contados por EL PERIODICO DE HUELVA, paralizados antes del lanzamiento. Pocos días después de la publicación del caso en este diario, la Empresa Municipal de la Vivienda rebajó los alquileres a la mitad.

Excusas municipales
Luis reflexiona sobre las excusas municipales para negarse a su petición. Ha comprobado que el Ayuntamiento tiene muchos pisos vacíos y además, algunos de los inquilinos de este mismo bloque tampoco tienen trabajo ni lo tenían cuando fueron adjudicatarios de estas viviendas. Es consciente de que la okupación de una vivienda es una solución a muy corto plazo por eso “estoy dispuesto a dar la lata lo que haga falta para conseguir que me den este piso y pagar como todos los que viven aquí. Tengo claro que me tienen que echar a la fuerza para que yo salga con mi familia de aquí porque no tengo otro sitio a donde ir”.