El tufo fuertemente xenófobo de la retirada por parte de Vox de su apoyo al Gobierno andaluz si éste acoge a menores africanos llegados esta semana ilegalmente a Ceuta ha tenido una respuesta llamativamente pusilánime por parte del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, y de su vicepresidente, Juan Marín.

La indulgencia del Gobierno autonómico de PP y Cs con el discurso cada vez menos disimuladamente racista de Vox contrasta con su severidad a la hora de juzgar la gestión que el Gobierno de España está haciendo de la crisis humanitaria provocada por Rabat.

En una entrevista ayer en Telecinco, Moreno Bonilla llegó a decir: "Me sorprende que en Andalucía muchos sabíamos que podía pasar una cosa de esta y que el Gobierno de España no haya tenido información al respecto".

Este último pronunciamiento de Moreno coincide en lo sustancial con el ofrecido por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, que ayer aseguró sin pudor que “Pablo Casado vio venir esta crisis diplomática antes que Pedro Sánchez” y que por eso se reunió telemáticamente el pasado día 11 con Aziz Ajanuch, presidente del partido Reagrupamiento Nacional Independiente (RNI) y ministro de Agricultura y Pesca de Marruecos, y con Nizar Baraka, secretario general del Partido Istiqlal, que reclama la ‘devolución’ de Ceuta y Melilla a Marruecos.

Sobre la amenaza de Vox de no llegar a nuevos acuerdos con su Gobierno, aunque sin poner en riesgo la estabilidad de la legislatura, Moreno dijo que se trata de una "posición errónea" y que la Junta tiene “una obligación legal, por la Ley de Extranjería, pero también una obligación moral ante menores que se encuentran perdidos y que necesitan ayuda y solidaridad".

"Yo respeto a Vox, pero la obligación de un gobierno es gobernar y mientras yo sea presidente y gobierne, cumpliremos las leyes", añadió escuetamente Moreno, que sí se extendió largamente en sus críticas al Gobierno de España.

Fiel al argumentario que viene desplegando el Partido Popular, Moreno acusó a Ejecutivo de “falta de liderazgo, planificación y coordinación”.

En parecidos términos se pronunció el vicepresidente Juan Marín (Cs): “A estos menores no los acoge Andalucía, los acoge la Unión Europea a través de una normativa de ayuda a los refugiados y por la Ley de Inmigración que tenemos que aplicar todos los que somos demócratas en este país".

Lo más duro que Marín le dijo al portavoz parlamentario de la extrema derecha, Manuel Gavira, fue esto: "Espero que Gavira, como jurista que es, se dé cuenta de que por encima de todo los responsables públicos tenemos que aplicar las normas y acatar las resoluciones judiciales".

Para el vicepresidente de la Junta, “si Vox considera que dar amparo a menores no acompañados, a lo que estamos obligados por ley dentro del país, no de la comunidad autónoma, es un motivo para romper la estabilidad, la tranquilidad y el crecimiento económico en Andalucía en un momento como este, tendrá que dar cuenta de ello".

Por su parte, la izquierda está siendo muy crítica con Vox y con la Junta. La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, exigió a Moreno que no "ceda" al "intolerable chantaje de Vox” y se preguntó si en sus declaraciones del miércoles Vox estaba diciendo que "preferían que murieran esos bebé en el agua".

Para el coordinador general de IU Andalucía y portavoz de Unidas Podemos por Andalucía, Toni Valero, es "inconcebible" que haya "quienes se permiten el lujo de darle al Gobierno" en vez de "cuestionar a la dictadura marroquí" y ha criticado que Vox "se ponga de parte" de esta "dictadura" pidiendo "incumplir la ley".