Con la temporada veraniega, el turismo estalla por España con millones de visitantes que recorren las playas andaluzas para disfrutar del sol y el calor. Pero, este año, una plaga de una especie invasiva de alga asiática se ha hecho lo suficientemente evidente para que medios internacionales, como The Guardian, se hagan eco de ello.

El citado periódico, cuyo origen está en el Reino Unido, ha lanzado una advertencia sobre el alga Rugulopteryx okamurae por poner en riesgo la biodiversidad de las costas españolas dado que se considera una especie invasiva en el Mediterráneo. Ha puesto el foco sobre su presencia en La Caleta, la playa más popular de Cádiz, lo que ha obligado al Ayuntamiento a retirar 1.200 toneladas de esta alga hasta el momento.

“Estamos completamente abrumados. Esto es una catástrofe medioambiental”, le ha señalado al medio británico el responsable de playas del Ayuntamiento de Cádiz, José Carlos Teruel. “Cuando viene el viento del oeste, sabemos que va a llegar otra oleada de esta alga”, añadió Teruel.

Este problema no solo se concentra en las principales playas de Cádiz, sino en el sur del país y más allá. The Guardian detalló que un investigador de la Universidad de Málaga lo encontró por primera vez en 2015 en Ceuta, pero, según un profesor de biología de la Universidad de Cádiz, “las autoridades tardaron demasiado en reaccionar”. Desde entonces, se ha encontrado esta especie invasiva en las costas de Gibraltar, en las Islas Canarias, en Azores, en las costas del sur y ha llegado hasta zonas del norte como el País Vasco y el propio mar Cantábrico.

“En las primeras fases de una invasión así se puede controlar. Es como parar un cáncer antes de que empiece a extenderse”, explicó Vergara, añadiendo que la inacción para controlar el alga ha hecho que llegue a “una escala que hace que sea imposible de controlar”.

Una especie que mata a las plantas indígenas

El problema que causa esta alga empieza en los barcos de los pescadores: se enreda en sus redes y extrae el oxígeno del agua, lo que daña la vida del mar. En el caso de la playa de La Caleta, el medio británico destacó que su expansión ha provocado la pérdida de plantas indígenas y aún se desconoce si los daños podrán ser reversibles.

La falta de depredadores en la región y su capacidad de reproducirse hacen que esta alga sea prácticamente imposible de erradicar. A esto se le añade su habilidad de ligarse a superficies o flotar, por lo que, según los expertos consultados por The Guardian, mata diferentes tipos de alga que residen en las costas sureñas de España.

Para enfrentar este problema creciente, la Junta de Andalucía ha aprobado un plan que permite utilizar los desechos de esta alga como materia prima porque empresas han indicado que puede servir para generar energía de biomasa. Sin embargo, el Reglamento Europeo 1143/2014 limita la habilidad de comercializar estos restos dado que se tiene que considerar si pone en riesgo la salud pública o si potencia su extinción.

Vergara ha aplaudido esta medida, pero considera necesario que la Junta de Andalucía negocie con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para conseguir una solución contundente. Además, calificó el plan del gobierno andaluz como “interesante”, pero duda sobre la capacidad que tiene de ser eficiente dado que “miles de toneladas [del alga asiática] pueden llegar a la costa de una sola playa”.

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