El mensaje publicado ayer por la coordinadora de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, decía así: ”Cuando la testosterona pesa más que la unidad, la fraternidad y la responsabilidad; cuando Madrid sigue mirando a Andalucía con una mirada colonial, las élites se consolidan y las clases populares retroceden en todo el país”.

La ilustración del mensaje era una captura de este titular de prensa: “Teresa Rodríguez hará campaña por Unidas Podemos en Andalucía tras el no de Iglesias y Errejón a la marca Adelante”.

Aunque la airada reacción de Rodríguez parecía meter en el mismo saco el no de Pablo Iglesias a una lista andaluza y el no de Íñigo Errejón a una candidatura de unidad de las izquierdas locales no socialistas, lo cierto es que la propuesta de Rodríguez de que Más País uniera sus fuerzas a Adelante Andalucía nunca sonó demasiado convincente ni ocupó la centralidad de la verdadera apuesta de Podemos Andalucía: tener un grupo andaluz propio en el Congreso, que nunca ha vuelto a haberlo desde que en 1979 lo tuviera el Partido Andalucista.

Brindis al sol

Tras anunciar Errejón que presentaría batalla en varias provincias andaluzas, el pasado viernes 27 Rodríguez hizo un llamamiento a este, a Iglesias y al líder de IU Alberto Garzón para “tratar de encontrar en las próximas horas un acuerdo satisfactorio para representar a los andaluces en una sola lista”.

Se trataba, en realidad, de un brindis al sol de la dirigente morada, pues a esas alturas estaba cantado el fracaso de su propuesta confederal andalucista, ignorada no solo por la dirección nacional de Podemos, sino rechazada también por Izquierda Unida de Andalucía, la segunda pata sobre la que se fundó y se sostiene la confluencia denominada Adelante.

Y no menos cantada estaba la negativa de Errejón a integrarse en una lista andaluza compartiendo cartel nada menos que con Podemos, el partido que abandonó para fundar primero Más Madrid y ahora Más País. 

La hipótesis de la “testosterona” de los supuestos machos alfa madrileños y la presunta “mirada colonial” del centro hacia Andalucía se aviene mal con el hecho de que los propios dirigentes andaluces de IU tampoco comparten la apuesta estratégica de Rodríguez de que Adelante siga los pasos de el En Marea gallego o el En Comú catalán.

Ninguna respuesta

El sábado 28, al día siguiente de que Rodríguez hiciera su voluntarioso pero poco persuasivo llamamiento a la unidad de todos bajo una sola lista andaluza con la marca Adelante, el secretario político de Podemos Andalucía, Pablo Pérez Ganfornina, anunciaba oficialmente lo que en realidad ya era un secreto a voces: que su formación haría campaña por Unidas Podemos tras haber ignorado la dirección de Podemos su propuesta confederal y la dirección de Más País su propuesta de unidad. “No ha podido ser –decía pesaroso Ganfornina-, lamentamos la respuesta de Pablo e Íñigo, que no ha sido otra que ninguna”.

El secretario político de Podemos Andalucía también anunciaba en esa comparecencia que el partido posponía la conferencia política prevista para primeros de octubre y donde, con toda seguridad, saldría reelegida Rodríguez por amplia mayoría. La cercanía del 10-N y el abismo que separa a federales de confederales en el seno de Podemos aconsejaban postergar el cónclave.

Por lo demás, el arriesgado tuit de la testosterona de la dirigente morada desencadenó un agrio debate en la red social en el que, como suele suceder, no faltaron interpretaciones casi insultantes de la posición política de Rodríguez, que la líder roteña zanjó con este otro mensaje: “Personalmente, termino mi mandado dentro de muy poco y me voy a mi instituto a enseñar poesía, que es el "estatus" más alto que he tenido y tendré. El subgrupo propio dentro del grupo confederal de UP es una demanda de la Asamblea Andaluza y por tanto de Podemos Andalucía. Respeto”.