Cuando el presidente andaluz Moreno Bonilla y la ministra Teresa Ribera enterraron el hacha de guerra a fines de noviembre parecía que las aguas volvían a su cauce en Doñana. Ribera ponía millones de euros sobre la mesa para que las localidades del entorno de Doñana no dependan exclusivamente de la industria extractiva de los frutos rojos. Por su parte, Moreno Bonilla retiraba su Proyecto de Ley que pretendía regular cultivos ilegales.

Sin embargo, la deriva de la Junta del PP respecto a Doñana a lo largo de los últimos periodos electorales ha tenido consecuencias irreparables. El diario El País adelanta que el Parque Nacional, considerado el principal humedal del Mediterráneo y la mayor joya ambiental de la península Ibérica, es degradado por la mayor organización ambiental del planeta. Doñana queda fuera de la Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La gestión de Moreno Bonilla respecto al peso de la agricultura intensiva y de regadío, el turismo y los efectos de la sequía provocan que Doñana sea el primer espacio al que la UICN saca ‘tarjeta roja’.

Los síntomas apocalípticos en Doñana son continuos, la semana pasada la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ya alertó del estado del acuífero del que depende el principal humedal de Europa occidental.

Las reacciones a este comunicado son continuas, empezando por la de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, desde Bruselas. Ribera lamenta que se ha acabado el tiempo para Doñana, “es imprescindible actuar desde la Administración”, ha dicho, para “recuperar la calidad de los indicadores que contempla la UICN”. La ministra señala que no solo los indicadores ambientales y la sequía han provocado la degradación, también el Proyecto de Ley del PP, ha alertado, llevando a que quede “suspendida la presencia de esta catedral de los humedales en la Lista de la UICN”.

Ribera ha confirmado que la UICN comunicó el 1 de diciembre por carta la decisión al director del Parque Nacional. A nivel autonómico, la oposición señala que la nefasta gestión de Doñana ha tenido terribles consecuencias. “Era incoherente y peligroso estar dos años defendiendo incrementar los regadíos, afectando al ecosistema y a la imagen de la agricultura en la zona”, denuncia el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas. En la misma línea se expresa la portavoz de Por Andalucía, Esperanza Gómez, “este es el resultado de la revolución verde de Moreno Bonilla."

La portavoz de Adelante Andalucía, Maribel Mora, ha evocado, a través de X, el cruce parlamentario que mantuvo con el consejero de Medio Ambiente del PP en junio; entonces, el PP negó que la UICN fuera a sacar de la lista a Doñana, Mora acusó al gobierno de estar “tapando el informe y metiéndolo debajo de la alfombra”. Hoy, Fernández-Pacheco sigue negando la expulsión.

Todos asumen la expulsión menos el PP

A pesar de que, desde Bruselas, la propia ministra Ribera confirma la expulsión de la Lista Verde, desde la Junta dicen que no saben nada. “No le damos credibilidad a esta información”, dice el consejero de Medio Ambiente y Portavoz de la Junta, Ramón Fernández Pacheco.

El portavoz dice que la Junta no ha recibido comunicación alguna de la UICN y recuerda que la semana pasada estuvieron reunidos con la directora general de la entidad ambiental en Abu Dabi “y no nos dijo nada”. Desde la Consejería recalcan que ninguna delegación de la UICN ha visitado Doñana y reseñan que el Proyecto de Ley del PP para ampliar regadíos en Doñana no ha llegado a aprobarse.

Sin embargo, según El País, la UICN envió una carta a la Junta anunciando la expulsión tras un análisis de dos años sobre los indicadores sostenibles y de gobernanza. No es la primera vez que algo así sucede, la UNESCO amenazó con los mismos términos en verano, además de la sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de la UE por la degradación del hábitat.

Desde la oposición socialista piden la dimisión del consejero de Medio Ambiente, Fernández Pacheco, que “es el único que no reconoce el fracaso estrepitoso de la gestión de Doñana”. De cara a la confirmación del comunicado, este medio se ha puesto en contacto con la oficina de la UICN, sin una aclaración mientras se escriben estas líneas.

Ambientalistas y Consejo de Participación llaman a actuar ya

La noticia no ha cogido con el pie cambiando a los movimientos ambientalistas, que llevan años exigiendo que las administraciones tomen medidas más urgentes. Desde WWF recalcan que es imprescindible recuperar y aplicar el actual Plan de la Fresa, que delimita los cultivos ilegales, perseguir a los agricultores que extraen agua sin permisos y tomar medidas excepcionales ante la sequía. La expulsión es resultado de la “gobernanza de Moreno Bonilla, más preocupado de la amnistía de los regantes ilegales que de Doñana y sus valores”, apunta el portavoz de WWF, Juanjo Carmona.

Por su parte, Seo/Bird Life alerta de la degradación ambiental fruto de la sequía y la falta de medidas efectivas. Señalan la falta de actividad reproductiva en especies emblemáticas como el morito común, que tuvo más de 10 mil parejas reproductoras en 2018 por apenas una cincuentena contabilizada este año, o la presencia de apenas 300 parejas de cigüeña blanca.

Desde la plataforma Salvemos Doñana recuerdan que “no hay solo sequía, lo que hay es saqueo” de los recursos hídricos. Recuerdan que la UICN “lleva años”

Clamando contra el deterioro del patrimonio de la Humanidad y sus valores, y advierten de que no sería extraño que “Unesco y Ramsar sigan la misma senda”.

Esta tarde, hay un punto de esperanza y entendimiento en el Consejo de Participación de Doñana. Un órgano asesor y de co-gobernanza que reúne a los alcaldes del entorno de Doñana, a las administraciones, pero también a agricultores, ambientalistas y academia. Es el ente que preside el que fuera uno de los dirigentes de Doñana, el biólogo Miguel Delibes.

El Consejo deberá verse obligado a pronunciarse ante la expulsión de la Lista Verde con Fernández Pacheco presente. Será interesante saber si, para la reunión, la Junta da con la carta y comunicación que presumiblemente se la ha enviado. Pero, sobre todo, de cara al futuro, el Consejo debe pronunciarse sobre el acuerdo entre Ribera y Moreno Bonilla.

Será la primera vez que este órgano califique el acuerdo que Estado y Junta sellaron el 27 de noviembre. También se devuelve peso a una institución que fue puenteada y silenciada durante la tramitación de la Ley del PP para ampliar hectáreas de regadíos en la corona norte de Doñana. Desde el primer momento, el Consejo denunció esta situación y su presidente, Miguel Delibes, se declaró en contra del proyecto del PP.