El cicatero modelo de gestión de los resultados electorales instaurado por los partidos de la oposición en el nuevo Parlamento andaluz tiene los días contados. O debería tenerlos. En principio, los resultados del 24-M deberían favorecer la investidura de Susana Díaz, cuya indiscutible victoria no ha bastado hasta ahora a los partidos minoritarios para permitirle ser presidenta, y ello con el argumento de que debía ser menos soberbia y más dialogante y aceptar unas exigencias que compartían un cierto aire de familia con el humillante 'trágala' de otros tiempos.Podemos tiene ahora la ocasión histórica de sentar un alcalde propio en una capital andaluza como Cádiz, donde ha quedado como segunda fuerza tras el PP de Teófila Martínez, pero para ello necesitará sumar los cinco concejales del Partido Socialista. ¿Podrá Podemos reclamar que los socialistas gaditanos hagan alcalde a su candidato José María González ‘Kichi’ sin facilitar a cambio la investidura de Susana Díaz? No es probable, pero no es imposible.[cita alineacion="izquierda" ancho="100%"]HUMILDES Y SOBERBIOS[/cita]Podemos Andalucía ha venido sosteniendo que no se moverá de su posición inicial: o la Junta cancela sus cuentas con los bancos que desahucian y suprime altos cargos y asesores para contratar sanitarios y profesores o seguirán votando no a la investidura de Díaz. Pero en ese caso, ¿le pagará el PSOE gaditano con la misma moneda imponiendo duras exigencias que, por lo demás, si se buscan siempre se encuentran?Precisamente la gestión de lo ocurrido el 24-M sería ahora mucho más sencilla si en el Hospital de las Cinco Llagas los partidos se hubieran limitado a abstenerse, dejando gobernar a la única lista con capacidad para hacerlo y esperando a que la flamante presidenta llamara a su puerta si quería sacar adelante sus proyectos.Pero Cádiz no es el único caso donde se pondrá a prueba la capacidad de pacto de humildes y soberbios, de castos y pecadores. En varias capitales andaluzas más, donde el PP ha perdido la mayoría absoluta, la izquierda podrá gobernar si es capaz de llegar a acuerdos, es decir, si es capaz de hacer en los ayuntamientos y diputaciones lo que no ha sido capaz de hacer en el Parlamento de Andalucía. Los resultados de ayer dejan a Podemos, a Izquierda Unida y al Partido Socialista sin margen para no entenderse: pueden no entenderse, sí, pero entonces dejarían vía libre al PP para seguir gobernando, algo nada fácil de explicar a sus electores.[cita alineacion="izquierda" ancho="100%"]LA INCÓGNITA DE CIUDADANOS[/cita]Y lo que vale para los partidos de la izquierda vale para Ciudadanos, cuyas intenciones en materia de pactos son, por cierto, una incógnita absoluta. En varias ciudades andaluzas importantes Ciudadanos tendrá en su mano que haya un alcalde del PSOE o un alcalde del PP.La táctica de marear la perdiz, aplicada con éxito en el Parlamento, no podrá extrapolarla a los ayuntamientos, donde tendrá necesariamente que elegir y donde, al contrario de lo sucedido en la Cámara andaluza, tendrá que pagar un precio por su elección, sea esta la que sea. ¿Seguirá el partido de Albert Rivera exigiendo por escrito la dimisión de Manuel Chaves como diputado? Y si lo hace, ¿qué condición, políticamente homologable a esa, le pondrá al PP para facilitar que Cristina Cifuentes gobierne la Comunidad de Madrid teniendo en cuenta que la formación conservadora tiene significados ex altos cargos imputados o encarcelados por corrupción? ¿Exigirá Ciudadanos algún peaje ético al PP por haber estado financiándose ilegalmente y pagando sobresueldos a sus dirigentes durante años?Parece difícil, en cualquier caso, que el listón colocado en lo más alto y con tanto desahogo para facilitar la investidura de Díaz no le pase ahora factura al partido de Rivera.[cita alineacion="izquierda" ancho="100%"]UNA TREGUA VITAL PARA IU[/cita]Y también Izquierda Unida tendrá que meditar su estrategia de pactos. Su voto puede ser decisivo en determinadas instituciones, como puede serlo el del PSOE para que ella gobierne. Ambas formaciones tendrán que superar sus antipatías mutuas y obrar en consecuencia. Es importante subrayar que IULV-CA ha conseguido salvar los muebles en Andalucía, donde apenas ha perdido un punto sobre el 12 por ciento logrado en 2011, pero esa salvación ha sido posible porque Podemos le ha dejado el campo libre.La formación morada tardará mucho tiempo en dejar de arrepentirse por no haber competido en las municipales: en ese aspecto Ciudadanos ha sido más inteligente. No ha competido en todas partes, pero sí en las plazas importantes, mientras que Podemos ha confundido a su electorado con la timorata y poco explicada estrategia de no presentarse con sus siglas en las municipales.Los resultados de IU en Andalucía significan que la federación de izquierdas sigue viva. Con heridas graves, pero no mortales. Sin pretenderlo, Podemos le ha dado un respiro, la tregua que necesitaba para haber balance de bajas, reponer fuerzas y decidir qué hace consigo misma en el futuro.Si Podemos hubiera propiciado en Sevilla, Málaga o Córdoba el tipo de candidatura potente que ha forjado en Madrid o Barcelona, es casi seguro que IU no habría conservado esa tercera plaza que todavía tiene en Andalucía. La única capital donde había un candidato con peso propio en la ciudad y nítidamente identificable como Podemos ha sido Cádiz, donde ha quedado en segundo lugar y pisándole los talones a la hasta ayer todopoderosa Teófila Martínez.[cita alineacion="izquierda" ancho="100%"]¿DÓNDE ESTÁ MORENO?[/cita]Y por último el PP. Al menos el 22 de marzo no resultó damnificado él solo, pues estuvo acompañado por IU, pero ahora la presión sobre Juan Manuel Moreno va a ir en aumento después de que tantos alcaldes hayan sufrido la sangría de votos que han sufrido.Por supuesto, esa sangría no es culpa del líder del PP andaluz, pero va a tocarle a él gestionarla. Y, de entrada, no ha empezado bien a hacerlo: anoche no compareció ante los medios para explicar la derrota sufrida por su partido. Salió en su lugar un atribulado Carlos Rojas, portavoz en el Parlamento, a quien los pocos minutos que habló ante la prensa debieron parecerle eternos.Si la noche del 22-M fue terriblemente amarga para Moreno, la de ayer no debió serlo menos. Y es que la derrota popular del 24-M tiene nombres y caras conocidas. En marzo se quedaron sin acta de diputado muchos candidatos, pero no eran nombres de singular relevancia en el partido. Los damnificados de ayer sí lo son y mucho. ¿Será capaz Moreno de aguantar ese dolorosísimo tirón? Está por ver.¿Ha influido el bloqueo de la investidura en el “batacazo” del PP, como lo llamó anoche la presidenta? Susana Díaz se ha apresurado a proclamarlo así, pero será difícil aportar pruebas de ello, dado que el PP se ha desplomado o ha perdido posiciones en casi toda España.El diagnóstico de la presidenta es interesante como síntoma: el PP ha contribuido al humillante espectáculo de su triple derrota en las sucesivas sesiones de investidura y Díaz no va a olvidarlo fácilmente. La primera prueba de su buena memoria fue ese sumario diagnóstico acerca del PP dictado anoche. Últimas noticias: