Si la participación en las elecciones andaluzas hasta las 11.30 horas ha sido del 15,44%, 985.053 personas, el porcentaje a las 14.30 asciende al 34,25%, 2.184.517 electores, lo que implica unos cuatro puntos más que en 2018 (4,31%).
Por provincias, Córdoba y Jaén han sido los territorios en los que el aumento ha sido más notorio, con un 7,25 y 6,95, mientras que Almería y Huelva han sido las que menos, con un 1,83 y un 2,91.
La cita de ese año fue la que registró, al fin de la jornada, el segundo dato de participación más bajo de la historia de la autonomía, con un total del 58,65%, casi cuatro puntos porcentuales menos que en las autonómicas de 2015, cuando fue del 62,3%. A las 14.00 horas el porcentaje de voto fue del 29,92%.
Con un censo total entonces de 6.298.862 electores, votaron en las ocho provincias al término de la jornada 3.691.859. Sevilla fue la provincia en la que más creció la abstención, seguida de Jaén y Huelva. Cádiz fue la provincia en la que menos se acudió a las urnas y Granada la que registró menor reducción del voto.
El dato má bajo, en 1990
Las elecciones andaluzas en las que se contabilizó la cifra más baja de participación fueron las de 1990, con un 55,34% de votantes. Por el contrario, la más alta se alcanzó en 1996, cuando acudió a votar el 77,94 % de los electores.
