El precandidato socialista a renovar su mandato como secretario general ha vinculado este jueves la abstención del Grupo Socialista que facilitó la investidura de la Mariano Rajoy con la supuesta tibieza de su partido con el presidente a la hora de exigirle responsabilidades.

En una entrevista con Pepa Bueno este jueves en la cadena SER, Pedro Sánchez hacía esta valoración de la conducta de su partido: "Me llama la atención que cuando se conoció que Rajoy tenía que testificar por la financiación de su partido, no se pidiera su comparecencia en el Congreso”.

Podemos plantea una moción

En su declaración, Sánchez ha planteado también esta exigencia, que mete presión al PSOE y a los otros dos candidatos a primarias, Susana Díaz y Patxi López: “Mariano Rajoy tiene que dimitir; hay que exigirle esas responsabilidades políticas en la Cámara".

Apenas dos horas después de esta exigencia del exdirigente socialista, Podemos anunciaba que presentaría una moción de censura en el Congreso contra Rajoy. El líder de la formación morada, Pablo Iglesias, ha exigido al resto de grupos parlamentarios su respaldo para plantear en el Congreso dicha moción y hacer caer al Ejecutivo popular, fuertemente acorralado por los casos de corrupción. 

En opinión del exsecretario general “dar el Gobierno al PP abrió la vía del sorpasso”, un augurio dirigido implícitamente contra la candidata andaluza Susana Díaz, abanderada de la tesis de que si no se permitía gobernar a Rajoy se convocarían inevitablemente unas terceras elecciones que serían desastrosas para los socialistas.

¿Mayoría alternativa?

Los sanchistas no niegan que esas elecciones habrían sido muy negativas para el PSOE, pero sostienen que se podrían haber evitado si el partido le hubiera permitido a Sánchez formar una mayoría alternativa que, a su vez, el Comité Federal siempre consideró un ficción imposible de materializar dada o bien la incompatibilidad entre Podemos y Ciudadanos o bien la temeridad de apoyarse en los independentistas catalanes.

El original y la copia

Precisamente el reproche que Díaz y los suyos vienen haciendo a Sánchez es que su flamante y algo impostado izquierdismo propicie que Podemos acabe fagocitando a ese nuevo PSOE radicalizado, ya que en materia de radicalismo la formación morada es el original y el PSOE sería la copia.

A ello replica Pedro Sánchez que su única pretensión es que “el PSOE vuelva a ser el partido de la izquierda en nuestro país”. ¿Cómo? “Redefiniendo lo que es ser de izquierdas” para así “adaptarse al siglo XXI” y atraer de nuevo “a los jóvenes que nos han dado la espalda”.