El incendio de anoche es el segundo suceso trágico que tiene como escenario la residencia privada de ancianos Adorea-DomusVi de Sevilla: en abril se detectó un brote de coronavirus que acabó con la vida de 16 ancianos. La Junta intervino el centro y se abrió una investigación sobre el centro, que acoge a unos 170 ancianos.

Más allá de ambas desgracias, cuyos extremos esclarecerá en todo caso la justicia, la residencia de Sevilla pertenece a una multinacional cuyas finanzas parecen estar bajo sospecha.

Una investigación el verano pasado del periodista Manuel Rico, jefe de investigación del digital infoLibre, evidenció que la multinacional DomusVi –principal empresa del sector de las residencias de mayores en España y la tercera de Europa– tiene como accionista mayoritario desde 2017 el fondo de inversión británico Intermediate Capital Group (ICG),

El principal cliente de DomusVi en España es la Administración pública. Como desveló infoLibre, "82 Gobiernos autonómicos, forales y locales alimentan la caja de ingresos de la multinacional. Lo hacen por dos vías: adjudicándole la gestión de residencias o concertando plazas". 

Las pesquisas periodísticas documentaban que ICG había creado “una tupida red societaria de más de 20 empresas para articular la compra de DomusVi y reducir al mínimo su factura fiscal mientras se mantenga como su principal propietario”. Una red, señalaba la información, “que pasa por Luxemburgo y termina en la isla de Jersey, un territorio fiscalmente opaco donde tiene su domicilio la sociedad última de la trama, ICG Europe Fund VI (No. 1) Limited Partnership.

Es decir, los principales dueños de la multinacional son inversores que pusieron el dinero a través de un fondo cuya identidad se desconoce. Además, entre los accionistas minoritarios están un fondo que pertenece al Gobierno de Emiratos Árabes Unidos, un banco público francés y algunos de los principales ejecutivos de la empresa. Igualmente, infoLibre desveló que la consejera delegada de DomusVi en España, Josefina Fernández Miguélez, tiene sus acciones a través de una sociedad montada en Francia que se denomina Mancare I SAS.

Según la investigación periodística, "la existencia de ese entramado de empresas, la mayoría sin empleados y creadas por motivos exclusivamente financieros, lleva a una conclusión obvia: parte del dinero que DomusVi gana en España termina en Jersey, un territorio fiscalmente opaco y donde la tasa del impuesto de sociedades es del 0%, según los datos de la OCDE".

Manuel Rico ha recogido y ampliado sus más de 40 artículos periodísticos en un libro que se publicará el próximo 17 de marzo bajo el sello de Planeta. Con el expresivo título de ¡Vergüenza! El escándalo de las residencias, el libro pretende mostrar "la cara más negra de la pandemia de coronavirus en España: la discriminación que sufrieron los mayores que vivían en geriátricos durante la primera ola de la crisis sanitaria. Las cifras ya lo dicen todo: según datos del Gobierno central, 20.268 personas murieron durante los primeros meses de la pandemia en estos centros".

Para su autor, se trata de "una de las mayores vergüenzas en 45 años de democracia".