La letra pequeña de las cuentas andaluzas para 2023 no dice lo que el Gobierno de Juan Manuel Moreno dice que dice. Esa es al menos la opinión del Grupo Socialista, cuya portavoz adjunta María Márquez ha denunciado que los presupuestos enviados por el Ejecutivo al Parlamento son “un traje a medida para la sanidad privada”. Entienden los socialistas que "a la sanidad privada vuelve a tocarle la lotería".

Márquez recordaba ayer en rueda de prensa el flagrante incumplimiento por el Gobierno del PP de las promesas de este partido sobre reduccion de altos cargos y adelgazamiento de gastos de la administración. En el presupuesto de 2023 hay “un aumento de la deuda, de las partidas para propaganda y del número de altos cargos”, mientras que en el peso global de las cuentas existe un “deterioro para sanidad, educación, empleo, derechos, igualdad y elementos que vengan a paliar la situación de las familias andaluzas”. 

En el proyecto de ley consta, en efecto, un incremento de en torno al 10% de directivos de la Junta. Son 17 más que en actual presupuesto, por lo que el número de altos cargos pasa de 172 a 189, una cifra que se elevaría hasta ¡ los 300 si se incluyen los directivos de empresas públicas y entes instrumentales.

Esta semana, el portavoz parlamentario del PP andaluz, Toni Martín, despachaba así los reproches de la oposición por la incoherencia de su partido al aumentar el número de altos cargos que tantas veces denunció: “Los gobiernos –decía Martín sin despeinarse– deben funcionar por una política de resultados y este Gobierno tiene un estructura de funcionamiento que está dando un resultado positivo". En el pasado socialista, en cambio, había "un determinado número de altos cargos, pero Andalucía no iba bien".

En cuanto a la sanidad, su peso en el presupuesto baja del 31,5% al 28,5%, según las cuentas del PSOE:  “La sanidad no es una prioridad para Moreno Bonilla, la sanidad requiere medios y recursos y que gaste el presupuesto que tiene”, denunciaba Márquez, que también recordaba que hasta septiembre el Ejecutivo solo ha ejecutado el 16% del montante de las partidas sanitarias, y ello a pesar de que en Almonte, El Rocío o Matalascañas, en la provincia de Huelva, "los centros de salud que se caen a trozos, con suciedad, cucarachas, camillas rotas, oxidadas”.

La portavoz adjunta también avisaba de la reducción del peso de las partidas sanitarias mientras Andalucía lidera el gasto farmacéutico: “No sé si alguien está interesado en este descontrol controlado del gasto farmacéutico”

Además, añadía la diputada socialista, “está en peligro” la estabilización de los 12.000 profesionales sanitarios que cumplen sus contratos en breve, tras despedirse 8.000. "Si hay más inversión que nunca, cómo es posible que la sanidad pública esté peor que nunca”, se preguntaba Márquez.