“En octubre de 2020 realizamos un viaje a la Alpujarra granadina, y lo que comenzó como una simple excursión se convirtió en un viaje lleno de inspiración gracias a los tejidos típicos de la zona, conocidos como tejidos artísticos, alpujarreños o jarapas”.

“Nos dimos cuenta de que este tipo de textiles se usa exclusivamente en aplicaciones del hogar, y no entendíamos como una tela llena de patrones coloridos y lineales no se aprovechaba en la moda, así que nos planteamos buscar una forma de ensalzar este material tan nuestro”.

Así relatan los jóvenes granadinos impulsores de la marca Profana cómo nació la idea de integrar tradición y vanguardia en un proyecto de moda de autor que ya ha cosechado varias distinciones en certámenes del sector.

Profana no quiere ser “solo el nombre de una marca”, sino un proyecto que intenta “poner en valor la artesanía granadina creando una marca de moda asociada al territorio y bajo la premisa de que las prendas sean duraderas y no de usar y tirar”.

Sus promotores son cuatro perfiles jóvenes de distintas disciplinas del diseño: Iván Martín (diseñador de moda), Ana Sora (ilustradora), Jairo López (diseñador gráfico) y Alberto Martínez (fotógrafo).

Recientemente presentada en el Centro Cultural Museo de la Memoria de Andalucía, en Granada, su primera colección se llama Sortilegio y con ella intentan conectar con “leyendas de las brujas andaluzas” de la comarca de la Apujarra: “Con este proyecto queremos sacar al exterior la riqueza del patrimonio textil granadino y llevarlo puesto a través de la moda con diseños exclusivos y duraderos para dejar claro que los tejidos alpujarreños dan para mucho más que cortinas”.

Promocionada en un vídeo a un tiempo informativo y artístico, y realizado además con una impecable factura profesional, la colección “está vinculada al empoderamiento de la mujer rural andaluza a través de la magia, una figura muy castigada histórica y culturalmente, que queda reflejada perfectamente en el arquetipo de la bruja”.

Para sus creadores, Sortilegio “es una mirada innovadora al pasado de la mujer rural, a esas mujeres que durante generaciones trabajaron en los telares de los recónditos pueblos alpujarreños; a las abuelas que cosían, que remendaban o que hacían macramé y que estaban siempre a la sombra de los hombres”.

La colección, de otoño/invierno, está formada por cuarenta piezas en las que destacan los volúmenes en general y se juega con el contraste entre los distintos tipos de prenda, desde minifaldas y pichis hasta trajes de sastrería y vestidos de noche. “En esta colección -relatan- descontextualizamos los tejidos alpujarreños no solo a través de nuestros diseños sino también de cromatismos únicos, porque elaboramos una serie de tejidos artísticos específicamente para el proyecto en la provincia de Granada”.

Las prendas han sido confeccionadas por ellos, de manera artesanal. Y también han comprado en Granada, “en tiendas de barrio, de toda la vida”, todos los materiales necesarios para confeccionar las prendas: otro tipo de tejidos, cuerdas de macramé, botones…

El proyecto, que logró con una muestra de la colección, el primer premio en el certamen Málaga Crea Moda 2021 y en la Pasarela Solidaria de Cruz Roja 2021 (Granada), surgió hace un año a partir de la idea de visibilizar el tejido artesanal de Granada.