Por unas horas, un pueblo de Huelva de apenas 20.000 habitantes se convertía en una especie de compendio político de todas las Españas. Sobre el papel, la batalla era solo por la Alcaldía de Aljaraque, pero los combatientes llegaron a ser tantos y de tanto peso que parecía estar en juego la hegemonía misma de la propia izquierda española como tal.

Lo que para unos era pinza, para otros era normalidad democrática; donde unos veían traición, otros veían prudencia; donde unos advertían la descomposición del adversario, otros presumían de una ética a prueba de tránsfugas. Durante unas horas, en fin, Aljaraque fuimos todos.

Una mañana movida

Todo empezó en la mañana del jueves cuando trascendía que el PP de Aljaraque y la formación 'Sí se puede', marca local de Podemos en la localidad onubense, registraban una moción de censura en el Ayuntamiento para gobernar conjuntamente. La moción, que se votará en un Pleno el próximo 16 de enero, dejará fuera del gobierno municipal a la actual alcaldesa, la socialista Yolanda Rubio, que desde las elecciones de 2015 gobierna en minoría con Izquierda Unida.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento, David Toscano, que será el nuevo alcalde, justificaba la moción en que el Ayuntamiento “está sin rumbo y para el año que viene, solo para encender la luz y pagar las nóminas, falta un millón de euros".

Los socialistas locales niegan, por supuesto, ese diagnóstico. Es más, el  secretario de Organización del PSOE de Huelva, Jesús Ferrera, vinculaba moción con la reapertura del juicio oral por parte del Tribunal Supremo por el caso de presunta corrupción urbanística en el municipio durante la etapa de gobierno del popular José Luis Orta.

¡La pinza, la pinza!

Tras conocerse la noticia de la moción, poco tardaba el Partido Socialista en lanzarse en tromba denunciando una ‘pinza’ entre Podemos y el PP. El portavoz de la Gestora del PSOE y portavoz en el Parlamento andaluz, el onubense Mario Jiménez, hacía este crudo diagnóstico: “La moción de censura termina de desnudar definitivamente la situación de despiste y de descomposición en términos de proyecto que tiene en estos momentos Podemos, que llega a la política, teóricamente, para combatir al PP y a la derecha y a la vieja política, y acaba vinculándose con el PP".

Hasta la propia Susana Díaz, secretaria general del PSOE y presidenta de la Junta, terciaba en el asunto echando un poco más de leña al fuego y apuntando a lo alto: "Podemos quitará a una socialista para darle la Alcaldía de Aljaraque al PP. Y Pablo Iglesias calla", comentaba Díaz en su perfil personal de Twitter.

¿Pinza? ¿Qué pinza?

Pero tampoco Podemos Andalucía se estaba quieto: 'los de Aljaraque ya no son de los nuestros', venían a proclamar los morados en defensa del buen nombre de su formación. En una nota de prensa, Podemos Andalucía recalcaba que el Círculo de Podemos Aljaraque, que sí cuenta con el respaldo de Podemos Andalucía, "se desvinculó en noviembre de 2015 del grupo municipal 'Aljaraque sí se puede’, que incumplió la línea política general de Podemos Andalucía, así como el código ético".

La secretaria de Municipalismo de Podemos Andalucía, Rocío Van De Heide, añadía: "Podemos Andalucía nunca participará de ninguna acción que conduzca a un gobierno del Partido Popular, ni por acción ni por omisión".

De Podemos hasta hace mes y medio

La versión de 'Sí se puede' en Aljaraque sobre su desvinculación de Podemos difería ligeramente de la oficial dada por la formación que dirige Teresa Rodríguez.

Su portavoz, Francisco Martín, admitía que no han tenido el respaldo "ni de Podemos Huelva, ni de Andalucía y de ninguna parte", pero aseguraba que habían pertenecido a dicho partido "hasta hace mes y medio" y que se habían separado de él tras las elecciones primarias ganadas en Andalucía por Teresa Rodríguez.

Y en eso llegó uno de Madrid

Y por si el embrollo hubiera sido poco a lo largo de la jornada, vino a aumentarlo todavía más otro peso pesado de Podemos: el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales. Rafael Mayoral, al parecer poco puesto en sensibilidades rurales, aludía a Aljaraque como “un pueblo perdido de Huelva”.

¿Un pueblo perdido de dónde? Todas las fuerzas políticas de la localidad, a excepción de IU, se lanzaban al degüello del dirigente madrileño, exigiéndole de paso que estudiara un poco de geografía. Poco después, Mayoral pedía disculpas a Aljaraque por su "patinazo de urbanita ignorante del mundo rural".

No obstante, al haber calificado previamente como "error garrafal" la moción de censura, el propio Mayoral daba a entender que desconocía que en Aljaraque Podemos no era ya Podemos, o al menos no lo eran los concejales que fueron elegidos en representación de la marca local de Podemos. En fin, un lío. como España misma.