San Telmo no logra evitar un Pleno monográfico sobre la sanidad. La Diputación Permanente del Parlamento de Andalucía estudia este miércoles la propuesta socialista de celebrar un Pleno extraordinario que incomoda sobremanera en el palacio de San Telmo porque su misma celebración evidencia la soledad parlamentaria del Ejecutivo.

El portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, Manuel Gavira, anunció ayer el apoyo de su grupo a la iniciativa del PSOE, que también respalda el resto de diputados de la izquierda y que obligará al consejero Jesús Aguirre a una comparecencia que el PP quería circunscribir a la Comisión de Salud.

Gavira se mostró muy duro con un Gobierno al que acusó de ser "absolutamente incapaz para resolver los problemas del sistema sanitario público, donde la atención primaria se encuentra colapsada”.

El hecho de que quienes fueron sus socios leales hasta finales de 2021 compartan ahora el diagnóstico de la izquierda y del sector sobre un asunto tan sensible para la ciudadanía preocupa al Ejecutivo, que ayer se defendía por boca de su portavoz Elías Bendodo aludiendo a la existencia de un  inverosímil "partido único de la oposición formado por Unidas Podemos, el PSOE y Vox”.

Los socialistas de Juan Espadas vienen, como se sabe, intentando sin éxito desde hace semanas que el presidente Juan Manuel Moreno se avenga a negociar un pacto político de amplio espectro –partidos, sindicatos, profesionales, usuarios– para blindar con un plan de choque la sanidad pública, muy deteriorada por la persistencia del pandemia: un deterioro, en opinión del Gobierno, provocado únicamente por la persistencia de la pandemia, mientras que oposición y profesionales sostienen que al Covid hay que sumar el insuficiente compromiso del Ejecutivo.

El PSOE no parece dispuesto en desistir de su presión sobre Moreno. Ayer, cientos de alcaldes socialistas de toda Andalucía protagonizaron concentraciones en las ocho capitales para exigir mejoras urgentes en la atención primaria, cuyas consultas están saturadas y acumulan fuertes retrasos que están creando un gran malestar entre los usuarios.

La decisión del Ejecutivo de no renovar el contrato a 8.000 de los 20.000 sanitarios incorporados en su día para combatir la pandemia ha colmado el vaso de la paciencia de sindicatos y organizaciones profesionales y ha facilitado artillería de largo alcance tanto a la oposición primigenia de izquierdas como a la sobrevenida de Vox.