Oficialmente es una carta pastoral, pero se parece más al editorial de un periódico conservador –en realidad, extremadamente conservador– que a la reflexión de un prelado que asegura no meterse en política. El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, no ha ocultado su alegría por el “vuelco en Andalucía”, título de la carta pastoral que ha publicado hoy en la página oficial de la Diócesis de Córdoba y en la que el prelado glosa el alcance que en su opinión tienen los resultados de las elecciones andaluzas del pasado domingo.

A continuación reproducimos los fragmentos más significativos de una misiva que, en su mayor parte, podría haber firmado sin embarazo alguno cualquier dirigente del partido ultraderechista VOX, al que el obispo Fernández no cita expresamente pero cuyos principales argumentos de campaña recorren todo el texto pastoral.

Un respeto

“El vuelco electoral en Andalucía producido el pasado 2 de diciembre en las elecciones autonómicas ha sido espectacular (…) De esta manera Andalucía se sitúa como pionera de un cambio social que esperamos en la sociedad española (…) Harta de promesas incumplidas, que la tienen a la cola en tantos aspectos, pide a gritos ser protagonista de su propia historia, y que no contradigan sus sentimientos más nobles.

No se puede estar contradiciendo la sensibilidad de un pueblo religioso y cristiano, un pueblo que pide respeto para sus tradiciones religiosas y está dispuesto a respetar a los demás. No se puede estar atacando la libertad religiosa impunemente, reclamando la propiedad pública de la Mezquita-Catedral de Córdoba con argucias que no se sostienen ni por parte de los que las montan. No se puede ir contracorriente queriendo construir un mundo sin Dios, en el que caben todos menos el Dios que ha configurado nuestra historia. No se puede trocear España, sin que eso tenga un precio político. No se puede pretender eliminar el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos, introduciendo leyes de ingeniería social que descomponen la persona y destrozan las conciencias. No se puede eliminar la vida inocente al inicio o al final de la vida, y esperar que encima los voten. Los andaluces son sensibles a todo esto, y han querido decir en las urnas cuál es el futuro que quieren para ellos y para sus hijos (…).

Renovación, no revancha

No se trata de ninguna revancha, se trata de una renovación y regeneración de la noble tarea política, librándola de toda corrupción (…) Los andaluces han dado un paso histórico para decirles a los políticos por dónde quieren construir su propio futuro, y que no se lo den ya construido o deconstruido”.

Después del análisis mucho más político más que pastoral, la carta de monseñor Fernández concluye con una referencia, esta sí, específicamente evangélica aunque su inclusión resulta bastante postiza considerando el tono fuertemente editorializante y muy en sintonía con los ejes principales del programa de VOX: “Que el vuelco en Andalucía –termina Fernández– sirva para una conversión a Dios y hacia los hermanos, en este precioso tiempo de adviento. Recibid mi afecto y mi bendición”.