Finaliza la fase de exposición pública del proyecto para construir una fábrica móvil de emulsiones explosivas en la zona de El Campillo (Huelva). La obra, impulsada por Orica Explosivos Industriales, incluye la creación de un almacén de materias primas, destinado a dar servicio a las explotaciones mineras próximas al municipio de la Cuenca Minera de Ríotinto. Ha concluido el plazo para presentar alegaciones y solicitar modificaciones, quedando pendiente de la autorización de las administraciones públicas.

Diferentes científicos y asociaciones ecologistas denuncian el alto riesgo medioambiental del proyecto, que está proyectado en una zona peligrosa. El emplazamiento, explican, podría generar un vertido de lodos tóxicos 30 veces mayor que el del desastre de Aznalcóllar. En 1998, se rompió la Balsa Minera de este municipio de Sevilla, vertiendo material tóxico al Parque Nacional de Doñana.

Las presas de relave del nuevo proyecto, situadas aguas arriba en la mina de Riotinto tendrían un alto riesgo de colapso, debido a la licuación, que aumenta la presión hacia los muros causando que impacten en las estructuras de las balsas. Esto es lo que advierten los expertos a las administraciones públicas a nivel local, autonómico y nacional, que ahora tienen que autorizar el nuevo proyecto.

La presa de Riotinto (Huelva) en riesgo de colapso

Las nuevas instalaciones de El Campillo tendrían una extensión de 767.171 metros cuadrados, y estarían ubicadas en una zona cercana a los muros de contención de la empresa Atalaya Mining, en Riotinto. Se dan dos escenarios a partir de ahora. El Ayuntamiento de El Campillo, regido por Juan Carlos Jiménez (PSOE), deberá publicar la licencia de apertura y actividad de la instalación. Por el contrario, si los terrenos se declaren como ‘no urbanizables’, la Junta de Andalucía será el órgano competente para recalificarlos.

En ambos casos, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de Teresa Ribera deberá emitir una evaluación del impacto ambiental de la infraestructura. En ella se debe garantizar que la construcción de la cuenca minera de Riotinto se integre en el territorio con el menor impacto posible, incidiendo en el tratamiento de efluentes. También se necesitarán informes del Área de Industria y Energía y de la Dirección General de la Guardia Civil, que den luz verde a la autorización de la Delegación del Gobierno en Andalucía.

La eslovaca Malach Consulting elaboró un informe para la Junta de Andalucía en 2019, firmado por Steven H. Emerman. En él se alerta del creciente riesgo de colapso de la presa de Riotinto y sus relaves, que están prácticamente saturados de agua. El potencial riesgo de accidente se ve acentuado por el paso de los años, los movimientos del terreno y la sucesión de seísmos y temblores leves, que provocarían pequeñas roturas en la estructura, según ingenieros consultados.