Al Juan Manuel Moreno Bonilla que en aquel remoto diciembre de 2018 desalojó del poder a los socialistas jamás se le habría pasado por la cabeza grabarse en la muñeca un tatuaje para conmemorar lo que, en sentido estricto, había sido una gesta histórica. Después de 37 años de gobiernos ininterrumpidos, la hidra socialista mordía el polvo. El 2-D, Moreno cortaba la primera de sus cuatro cabezas, aquella que regía los destinos autonómicos. Las otras tres están por cortar: la cabeza estatal, la local y la provincial; el Congreso de los Diputados, los ayuntamientos y las diputaciones.

El 19-J Moreno amarró el poder regional. Si en 2023 amarra los otros tres poderes, se afianzará como primus inter pares entre los barones del PP y Delfín in péctore para aspirar al trono de Génova si Alberto Núñez Feijóo no es investido presidente del Gobierno de España el año que viene. 2023 puede ser un gran año para Juanma. Parte de una posición inmejorable: en 2022 el PP andaluz ha heredado todo el patrimonio de Cs y arrebatado una buena porción del suyo a un Vox conmocionado y sumido en el desconcierto.

El tatuaje con la divisa ‘58A’ que le ha grabado en la muñeca el joven tatuador de Linares que le auguró la mayoría absoluta finalmente conquistada es el blasón que lo identifica y lo consagra como virrey de Andalucía. Aunque se ha propuesto ser un virrey bueno, sinceramente decidido a no abusar jamás de su poder, la espesa corte de aduladores que suele ir empotrada en la maquinaria del poder se ocupará de convencerlo de que los aviesos adversarios de la izquierda no merecen los beneficios de su bondad.

Es inevitable: todo político que obtiene la clase de mayoría absoluta que ha obtenido Moreno -un fabuloso botín que incluye fortalezas de sus enemigos pero también tierras de sus amigos- acaba instalando en su despacho presidencial un espejo de cuerpo entero, 60x170, en el que mirarse a sus anchas, al principio de vez en cuando y de reojo y después todas las mañanas y de frente.

–Espejito, espejito, ¿quién va a hacer la revolución verde en Andalucía? 

–Tú, Juan Manuel Moreno Bonilla.

–¿Y la revolución azul

–Tú, príncipe de las mareas.

-¿Y la revolución fiscal

–Tú, Milton Friedman de Málaga, tú, Laffer de la marisma.

–Y dime, espejito, ¿quién es el líder más andalucista

–Tú, Juan Manuel Clavero Bonilla, tú, Juan Blas Moreno Infante.

–¿Y quién es el político más sacrificado consigo mismo y generoso con la oposición?

–Tú, San Juan Manuel Bueno Mártir.

El 19-J ha operado una profunda transformación en el hombre que a finales de 2018 era un crucificado, a principios de 2019 un resucitado y desde 2022 el nuevo mesías de la derecha andaluza.

Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Gregorio inverosímil, Samsa inverso, cuando Juan Manuel Moreno se despertó la mañana del 20 de junio de 2022 después de un plácido sueño, se encontró en su cama convertido en un soberbio delfín.