El rumoreado, desactivado y finalmente fracasado intento de moción de censura en Benalmádena ha dado al traste con un “encargo” iniciado en la sede del PP malagueño y continuado en distintos cenáculos del litoral.

Como niños pillados “in fraganti”
Los principales actores de este folletín político lo niegan tajantemente como los niños reniegan de su culpabilidad en la travesura del patio del colegio: “Yo no fui, fue aquél quien lo dijo”; “Yo no me reuní, fue el otro”; “Yo no he sido, el malo fue ese que me dijo que tenías las orejas muy grandes...” Argumentos de este escuálido peso son los que usan ahora los que pretenden desconectarse de una cadena que desde Málaga a Benálmadena, tenía como objetivo recuperar para la derecha “la joya de la corona socialista en el litoral”. Habrá que concluir que este intento de tumbar una Corporación municipal, como las meigas “habeilas, hailas”, ¿pero quien la ha visto?

Para unos bulos, para otros verdad
Para algunos no hubo intento de descabalgar al socialista Javier Carnero de la alcaldía y lo atribuyen a bulos diarios que, desde hace 10 meses, circulan desde sectores que buscan la desestabilización del equipo de gobierno desde la bancada de los que no se resignan a haber perdido tan preciado trofeo municipal.

Con “chupitos” de vodka caramelo
Otros en cambio -partidarios de las meigas- aseguran que los preparativos de la moción de censura, aunque no se visualizasen, “haberlos, hubo”, con comensales, segundo plato, postre y chupitos de vodka caramelo. Estas fuentes bien autorizadas, informan de que si existió y explican al digital provincial Málaga 101 incluso su cronología, génesis y claves de su origen y desarrollo.

Orden dada desde el PP provincial
Según estas informaciones la orden habría partido del PP malagueño con el visto bueno de Elías Bendodo que, con mando a distancia, ha estado al día de todo lo ocurrido y ha impartido clases de estrategia que a la postre han resultado nulas y fracasadas.

Bendodo fracasa al cuadrado
Bendodo, en su fuero interno, pensaba en dos grandes logros conseguidos para convertirse así en un “gran líder” regional. Quería llegar a la Calle San Fernando de Sevilla y ofrecerle a Arenas dos cabezas de elefante: Una abrumadora victoria en las elecciones andaluzas en Málaga y la recuperación de una de las más importantes alcaldías de la provincia. “En horas 24” que dirá Arenas, ni lo uno ni lo otro. La bandeja no solo está vacía sino que ha reforzado a los socialistas malagueños tanto en un caso como en otro y han debilitado al inquilino de la Diputación. La otra ofrenda, la alcaldía de Benalmádena, ha pasado a mejor vida.

El dúo defenestrador
Según nuestras fuentes habría sido la Vicesecretaria General provincial del PP, Margarita del Cid, la encargada de hacerle el trabajo sucio al PP provincial. La diputada, presidenta de la Mancomunidad y afín a Bendodo no lo hizo sola, sino que además se facultó para los contactos y propuestas pertinentes sobre la moción de censura al fiel escudero del presidente provincial, Francis Salado. Ambos se en encargaron de negociar, acaramelar y presionar al primer teniente de Alcalde de Benalmádena y líder de la UCB, Francisco Salido. Pero lo que no esperaban encontrarse los “negociadores” era con el escollo, para llevar a buen puerto la moción de censura, de que tenían que defenestrar y apartar al ex alcalde del PP y portavoz municipal, Enrique Moya. Ello, de paso y tras conocerse, ha provocado un cisma importante en el PP de Benalmádena donde Moya cuenta con una buena parte de apoyo de los militantes que asistieron atónitos a este hecho tras conocerse en los ambientes políticos locales que el PP malagueño refrendaba la exclusión de Moya.

De Salado a Salido: Abatir al elefante Moya y cooptar a Paloma García
Las informaciones recabadas ponen fecha al hecho de que fue en Semana Santa cuando el dúo defenestrador conformado por Margarita del Cid y Francis Salado, proponen a Moya que no opte a la alcaldía y coopte a favor de Paloma García Gálvez. Así se lo trasladan también a Salido. Se sabe también que desde la dirección del PP se apuesta por que además sea, Paloma García quien coja las riendas del PP local junto a la alcaldía del municipio. En este sentido el medio que sacó a la luz el “affaire”, La Opinión de Málaga, destacó que el propio Bendodo se reunió con Salido para explicarle su intención de prescindir de Moya, aspecto que en un principio el segundo acató, con la intención incluso de incluirle en las listas del PP de cara a las municipales de 2015.

Camelan a Salido
A Francisco Salido lo intentaron camelar vendiéndole que sería el alcalde de facto pues en el argumentario del dúo defenestardor se incluían caramelos tan golosos como que Paloma García estaría varios días en Madrid como diputada y que Jesús Fortes está recluido y alejado del poder municipal de Benalmádena con su labor en Diputación.

Revienta la moción
La salida a la luz de la noticia reventó los trabajos de los fontaneros políticos. Las dudas de Salido también, pero es que además hay una cuestión de índole interna del PP que la dificulta aún más. Se trata de que Enrique Moya, se quiera o no, tiene la última palabra, pues no puede olvidarse que está respaldado por la gran mayoría de los militantes que ya, ahora, están muy quejosos y realmente cabreados con las noticias que poco a poco se han ido conociendo, que incluían el exilio político total y absoluto de Moya.

Lo que comenzó siendo la búsqueda de un trofeo de caza para Arenas, ha terminado siendo un disparo en el pie del cazador y es que la actualidad dicta que no se puede entrar como elefante en cacharrería. Abatir paquidermos puede desestabilizar incluso a los presuntos furtivos cazadores... Y eso vale aquí, en Benalmádena y en Botswana