A los votantes que todavía le quedan a Cs no debe serles fácil saber exactamente a qué atenerse con su partido en relación a Vox. O al menos con su líder regional y vicepresidente de la Junta de Andalucía, que ayer sorprendía con una inesperada vuelta de tuerca al proclamar: "Vox no va a cantar el Cara el Sol en Andalucía mientras que yo esté aquí, a ver si con eso le queda suficientemente claro".

A preguntas de los periodistas ayer en Jerez, Juan Marín se mostró singularmente retador con quienes hasta hace unos meses fueron los socios parlamentarios que sostenían al Gobierno andaluz, hoy en minoría por la espantada de la extrema derecha.

"Ya está bien de tanta mentira, tanta crítica y lo que tienen que hacer es ponerse a trabajar por los andaluces, que es lo que se merecen”, dijo el líder naranja en referencia a Vox. Y añadió: "No voy a entrar ni siquiera en la valoración de todas esas descalificaciones que hacen del Gobierno andaluz, pero se lo vuelvo a repetir, mientras que Juan Marín esté aquí, Vox no va a cantar el Cara al Sol en Andalucía".

Muy lejos del de ayer queda el Juan Marín que en mayo de 2019 decía “no compartir en absoluto” que Vox fuera un partido de extrema derecha, como lo había calificado el presidente del PP, Pablo Casado, que a su vez también ha modulado hasta hacerla irreconocible su opinión de entonces sobre la formación que lidera Santiago Abascal.

Los ataques de entonces de Pablo Casado a Vox y su presidente Santiago Abascal no solo estaban poniendo en situación embarazosa al presidente andaluz Juan Manuel Moreno, sino que incomodaban a Cs. Para el partido naranja no estaba siendo nada fácil mantener las distancias con Vox y al mismo tiempo no decir nada que pudiera molestarles y poner en riesgo la estabilidad del Ejecutivo.

La frase de Marín “Vox no va a cantar el Cara al Sol en Andalucía” identifica directamente al partido ultra con el franquismo, que hizo suyo el himno del partido fascista español fundado por José Antonio Primo de Rivera.

En mayo de 2019 la opinión de Marín era muy distinta. ¿Comparte que Vox es un partido de extrema derecha?, le preguntaron entonces. “Yo nunca pongo etiquetas a nadie”, contestó. Seguro que los socialistas andaluces o los independentistas catalanes no estuvieron muy de acuerdo con aquella proclamación de ecuanimidad del líder naranja andaluz.