La presidenta andaluza formalizó su compromiso a través de la red social Twitter el pasado 4 de enero y sus palabras fueron noticia no solo en la comunidad. Sus palabras fueron estas: "En Andalucía ningún enfermo de hepatitis C se quedará sin la medicación que necesite por causa económica".La consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, ratificaba después el anuncio señalando que los medicamentos contra la hepatitis C "se están prescribiendo en función de las necesidades de cada paciente" y que la receta electrónica en cada hospital "garantizará que llegan con más rapidez a los enfermos".El compromiso político y terapéutico parece claro, pero los enfermos andaluces no se lo creen. De hecho, el Colectivo de Afectados por la Hepatitis C y Familiares de Córdoba, que reclama medicamentos por los nuevos tratamientos, prevé realizar en la mañana de este sábado una cadena humana desde el edificio del Servicio Andaluz de Salud (SAS), con la Delegación Territorial de la Junta, hasta la Subdelegación de Gobierno, una acción que se ha programado para otras ciudades del resto del país.También se celebraron concentraciones reivindicativas en otras provincias, como Málaga, Granada o Cádiz, en las que participaron cientos de afectados y familiares."LE NEGARON LA MEDICACIÓN"El combativo grupo de Córdoba mete en el mismo saco al Gobierno central y a la Junta de Andalucía: ambos "engañan y mienten". Los enfermos relatan que en los últimos días un afectado que se encuentra en la cuarta fase de la enfermedad "ha solicitado la medicación y se la han negado", según advierten desde el colectivo, que asegura que realizará "un seguimiento a todos los afectados que soliciten la medicación".Al respecto, unas 700 personas, según el colectivo, firmaron el pasado miércoles en apoyo a las personas con dicha enfermedad que reclaman la medicación para "todos los enfermos" del colectivo o al menos a aquellos "que ya hayan probado otros medicamentos y no hayan obtenido resultados".Según informaron a Europa Press desde la plataforma, dichas firmas se recaban en el Hospital Reina Sofía de la capital, donde prevén permanecer diariamente con mesas informativas, con el objetivo de lograr más firmas y presentarlas ante las administraciones.Desde el colectivo han interpuesto una queja judicial para que amplíen la aplicación de estos nuevos fármacos contra la hepatitis C a la fase dos, ya que como les han recomendado desde la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), dejar avanzar la enfermedad hasta la fase cuatro puede conllevar "más consecuencias negativas para otros órganos, además del hígado, al ser este el órgano que eliminadora de toxinas del cuerpo".