Esta vez la imagen vale más que mil informes técnicos. Así ha quedado el castillo de Torremelgarejo, de propiedad privada y situado en la barriada de Jerez del mismo nombre, tras la intervención de urgencia –¿obra de un chapista?– promovida por sus propietarios a instancia de las administraciones públicas, tras el derrumbamiento de la torre oeste del monumento, datado por los expertos entre el siglo XIII y el XIV.

La noticia, firmada por Sebastián Chilla, la ha avanzado el digital lavozdelsur.es, que recoge también el testimonio del teniente de alcalde del Ayuntamiento de Jerez, Francisco Camas, quien justifica el peculiar apaño en la urgencia de “frenar el deterioro” de las zonas afectadas por el derrumbamiento.

La actuación “ha contado con autorización de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que es la administración competente al tratarse de un Bien de Interés Cultural”.

Según la información del digital, la propuesta fue remitida a la Junta de Andalucía y esta informó favorablemente ante el carácter reversible de la actuación y la necesidad de garantizar la seguridad del monumento. En un futuro próximo, está previsto acometer una rehabilitación más ortodoxa y –con toda seguridad– sin intervención de chapista alguno.

La voz de alarma por la situación del castillo la dio en su momento el activista en defensa del patrimonio histórico y divulgador jerezano Agustín García Lázaro, en el portal entornoajerez.com.