Después de la sonada polémica del “Ecce Homo” de Borja, ha ocurrido algo similar en Rañadoiro (Asturias). Una vecina del pueblo tomo la decisión, “con permiso del párroco”, arreglar tres figuras de la ermita del lugar.

Estas tres piezas de los siglos XV y XVI han quedado restauradas de una forma muy peculiar. El experto que en su día restauró estas figuras define el resultado como “aberración”. Aunque probablemente no fuera este el propósito de la vecina. Ella contó con el permiso del párroco para adecentar las figuras; que fueron tres en total: una de la Virgen con el Niño y Santa Ana, otra de San Pedro y una última de la Virgen con el Niño Jesús.

La mujer encargada de la restauración, una de los 16 vecinos del pueblo, ha explicado que no es profesional, “simplemente las figuras estaban horrorosas y las quise pintar para ponerlas mejor”. Hace un año retiró las piezas artísticas de la ermita y se las llevó a su casa. Sin estudiarlas y sin conocimiento alguno de restauración, se dispuso a pintarlas. “Tenía el permiso del párroco y estaban horrorosas”, insiste la mujer.

Luis Saro, el experto que ya las había restaurado anteriormente, asegura que “es la segunda vez que pasa con estas figuras”. Cuando en 2003 tuvo que hacer este trabajo ya tuvo que quitar una capa de pintura que alguien había puesto sobre ellas. “Tuvimos suerte porque se mantuvo la policromía original”, afirma el restaurador. En esta ocasión se desconoce si habrá esa suerte y si se podrá devolver a las figuras su aspecto original. Todo depende del material que haya utilizado la vecina que las pintó, entre otros aspectos técnicos.