Desde la misma noche del domingo 25, los medios de la caverna empezaron a darnos cera de nuevo, a los andaluces y andaluzas. Fue ilustrativo el resumen que hizo La Sexta sobre cómo se trató el seguimiento de los resultados, en un medio que se situa en el sótano de la caverna. Al cierre de las urnas ya festejaban que Arenas, por fin, sería presidente de la Junta y que según sus datos tenían unos 58 diputados, en aquel momento la versión escrita del citado medio, iba a titular en portada “Andalucía tiene un color especial”. Pero a partir de los primeros resultados, fueron cambiando y empezaron con su habital ataque a Andalucía. De nuevo somos los ignorantes, analfabetos, subsidiados, etc.

Ha sido curioso ver como estos medios cavernícolas, algunos curiosamente pagados por la Santa Madre Iglesia, desde el mismo lunes se han olvidado de lo que hasta entonces era cuestión de vida o muerte, los Eres. Ahora los del sótano están entretenidos en atacar a la gente de nuestra tierra. Cierto es que al menos se ha conseguido que alguno de sus engominados presentadores, haya dicho que no va a venir a Andalucía en cuatro años.

Los medios de la planta primera de la caverna están en otro debate, y es en buscar sucesor/a a Arenas. Abiertamente ya plantean que si no se ha ganado con esta coyuntura económica y todo lo que han contribuido a montar, pues complicado será que Arenas gobierne alguna vez. De esta manera la Espe de Fuengirola, empieza a estar en la rumorología del cambio, de Arenas quiero decir.

Pero si algo ha sorprendido, es el análisis que hacía una de las voces autorizadas del PP, Rafael Hernando. En una entrevista en TVE 24 Horas, se centró en repetir como un papagayo los mensajes huecos de su jefa. Los mensajes de prepotencia, de estar por encima y de ser lo que se dice por aquí, un “enterao”, los acompañaba de poses y sonrisas de lo más cínico. En la línea de querer equiparar las preguntas de los periodistas a los mensajes socialistas, dejaba en el aire aquello de la parcialidad de los medios, y ni corto ni perezoso fue directamente a culpar a Canal Sur como el gran culpable del fiasco del eterno aspirante. No fue capaz de explicar la causa de la espantá de Arenas en el debate, pero sí de referirse a la televisión pública como medio contra el PP.

Hasta ahora, la autocrítica del PP ha brillado por su ausencia, aunque de puertas para dentro es de esperar que los analistas estén mirando el efecto de ir de “sobraos”, de presentarse con un candidato que ha perdido 4 veces, de los efectos de las políticas que está aplicando Madrid (justo las contrarias que dijeron en campaña), de haber “placeado” a la ministra Bañez cuando está en el ojo del huracán, o de haber apoyado el copago de las medicinas.

En esto y no en volver a atacarnos a los andaluces y andaluzas, es en lo que deberían centrar sus esfuerzos y los de sus voceros.