Miércoles, 6.25.- O se arregla lo de la próstata, de mi altocargo, o se arregla lo de la cisterna.

Miércoles, 6.30.- Reinando en el maldito insomnio, me puse con Stendhal: "Podemos decir yo seré guillotinado, tú serás guillotinada, pero no puedo decir yo he sido guillotinado”.

Miércoles, 6.32.- Desde García Márquez a esta parte, todos los escritores han querido ganarse el Nobel en los tres primeros renglones: “Yo he sido guillotinado” suena a Netflix. Pero tengo un principio mejor: Muchos años después del confinamiento…

Miércoles, 8.35.- El sol joven y fuerte ha vencido a la luna. Ronda de temperaturas. La primavera rompe sus costuras por los cielos de Andalucía. Oigo a un calvo: el Gobierno improvisa. Joder, vuelvo a cambiar el arranque de mi novela original: muchos años después, delante de un pelotón de radiopredicadores...

Miércoles, 9.15.- El pulso de los días. Sin fiebre. Hay gente que cree que los maestros y los médicos y los camilleros y los militares (puff) van a convertirse en las profesiones admiradas del futuro. Como si nuestros niños fueran tontos. Ellos irán a un máster del Iese. Rato y Bárcenas impondrán las medallas.

Miércoles, 9.15.- Llamo al del banco y se pone. Me cuenta sus horarios: cincuenta por ciento de plantilla. Corbata y eso. Servicio esencial. Le pido me lo defina. Tú sabes, esas personas que no se enteran muy bien y vienen a sacar veinte eurillos. Nosotros, protegidos detrás de un laberinto de metacrilatos y desinfecciones. Esta mañana ha entrado un viejo con mascarilla. Momento de pánico.

Miércoles, 9.16.- Era el sueño de Adam Smith: el capitalismo convertido en un servicio esencial. Todas las batallas están perdidas.

Miércoles, 10.47.- La contraportada de la pandemia y los muertos es el aire limpio del planeta. Cuando era niña, leí a escondidas un texto de una biblioteca imprecisa que me hizo temblar: las primeras palabras de Gagarin de la visión de la Tierra: hermosa, frágil y azul. Me pareció bellísima. Me lo sigue pareciendo. Pero, según la unidad de destino universal, los rusos no podían hacer poemas tan hermosos.

Miércoles, 13.00.- Escribiendo de rusos veo la foto de Maduro y su cuerpo de guardia: dos militares, dos civiles y (la) ella de turno. Todos llevan mascarillas. Mi primer pensamiento es Rousseau: no salgáis a la calle sin mascarillas, somos vuestros prescriptores de las buenas praxis contra la muerte. Mi segundo pensamiento es Hobbes. Traducido en Granada sería: yo tengo mascarilla y tú no.

Miércoles, 20.00.- El aplauso del barrio (malpienso) suena un poco a costumbre, como los cubatas del fin de semana en el tercer año de noviazgo.