El presidente andaluz ha concluido que "modificar una norma básica de convivencia con argumentos coyunturales es un disparate", y ha pedido que el cambio se haga con el "máximo consenso", y si es posible, con el mismo logrado en 1978 para aprobar la Constitución.

Opción partidaria
Ha indicado que "constitucionalizar el déficit cero puede ser una opción partidaria, una creencia de un partido o un dogma partidario. La Constitución admite reglas y compromisos, pero no dogmas", porque "los dogmas no forman parte del espíritu de la Constitución".

"Los dogmas no forman parte del espíritu de la Constitución"
Por ello, el presidente andaluz ha asegurado que en el proceso de negociación para modificar la Constitución, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, "expresa claramente el sentimiento mayoritario, por no decir unánime, del PSOE de mantener el consenso constitucional".

Trágala político
Tras recordar la "enorme trascendencia" política que supone modificar la Constitución, Griñán ha instado a que ese cambio no suponga "un trágala político que no permitiera opciones partidarias distintas". Por ello, el cambio que ahora se propone deberá servir, según el presidente andaluz, para garantizar la estabilidad presupuestaria y el control de las finanzas públicas y para "garantizar la posibilidad de que quepan distintas posiciones políticas sobre la intervención pública en la economía".

Prestación de servicios públicos
Griñán ha señalado que la modificación también debe ser para garantizar la prestación de los servicios públicos fundamentales del estado del bienestar, que están "constitucionalizados en el título primero y cuyo desempeño compete a las comunidades autónomas", ha recordado.