Jaime Bretón no es un advenedizo ni un ingenuo cargo político. Bretón lleva a sus espaldas una amplia mochila dentro del PP y en la gestión pública. El actual Comisionado del Polígono Sur (que agrupa a distintos barrios con mucha población de Sevilla) fue concejal delegado de Fiestas, Salud y portavoz del PP en el Ayuntamiento de la capital hispalense durante 9 años. Presidió el influyente Partido Popular de Sevilla de 1993 a 1996. Presidente de Mercasevilla y de Emvisesa, consejero del Audiovisual de Andalucía, adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz durante 11 años y desde septiembre de 2019 es comisionado del Polígono Sur, una especie de Defensor de los vecinos que integran un distrito con 50.000 habitantes al aglutinar a cinco barrios, entre ellos algunos de los más modestos y vulnerables de Sevilla como el de las “Tres mil viviendas”.

Es un cargo designado por la Junta de Andalucía y cuyo nombramiento, como se ve en el documento adjunto, lleva la rúbrica del Presidente de la Junta y del Consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, de quien depende directamente. El trabajo del Comisionado se fundamenta en un Plan Integral que recoge los problemas de la zona y propone cómo resolverlos.

Con esta experiencia y con voluntad firme de solucionar problemas en el Polígono Sur, Bretón accedió al cargo. Además de esa actitud, el nuevo Comisionado aportaba sensibilidad social y compromiso tras su paso de gestor como adjunto al Defensor del Pueblo. Y se ha involucrado en los barrios y con sus 50.000 residentes en un territorio cerrado por un perímetro conformado por las fronteras-barreras de la vía del tren, la soga con nudo corredizo del parque Guadaíra y el muro de Hytasa, a lo que Bretón añadió en una ocasión las “barreras sociales”.

Marginalidad y hacinamiento

Las consecuencias del Covid19 en algunos de estos barrios marginales pueden ser muy graves con familias que viven en pisos pequeños y muy antiguos, paro y desempleo en niveles altísimos, estructuras familiares atípicas como son en algunos casos los clanes, aislamientos de contagiados que no se realizan correctamente, miedo a perder el empleo, en definitiva muchos casos de pobreza y marginación que han creado una situación muy preocupante. Se trata de un escenario en el que la transmisión comunitaria de contagios está haciendo estragos en dimensiones muy superiores a la media de la capital andaluza.

La situación sanitaria es muy preocupante ya que la transmisión comunitaria del virus es muy alta y está provocando un alto número de contagios en una de las zonas más pobres de España. Al menos en cuatro de los cinco barrios que integran este distrito estaría muy alto el nivel de afectados. De momento solo se salva el barrio de Paz y Amistad. 

Datos sanitarios graves y muy preocupantes

La tasa de incidencia acumulada en 14 días en Sevilla supone 80 casos por 100.000 habitantes. Sin embargo en el Polígono Sur la misma tasa es de 344 contagios por cada cien mil habitantes. Además de ellos se ha detectado que la edad de los afectados es muy baja, de 25 y 45 años.

Bretón pide que se suspenda el inicio del curso escolar

Todo esto, más el conocimiento profundo de la realidad y el contacto con los vecinos, además de ser su obligación como Comisionado, llevó a Jaime Bretón a pedir que se suspendiese la apertura del curso en los distintos centros escolares, precisamente en la zona que cuenta con el mayor absentismo escolar de España entre sus ocho colegios, cuatro institutos, tres escuelas infantiles y un centro de adultos.

Valorar que se vuela la Fase 1

Pero no solo se quedó ahí Bretón, sino que al mismo tiempo, alertó de que “si en 15 días la situación sanitaria no mejoraba, deberían de adoptarse medidas más duras como la vuelta a la Fase 1”. Ello, además de una información que muestra la peligrosa situación que viven los vecinos de Polígono Sur, colocaba a Sevilla a las puertas de un nuevo confinamiento.

Una bomba en la Junta

Estas declaraciones resonaron como una bomba en la Junta de Andalucía y en el PP andaluz. Un Comisionado con autoridad moral y política dependiente de la Consejería de Elías Bendodo, que osaba romper la estrategia de mensajes de tranquilidad y buena gestión de la pandemia en Andalucía, más en un momento en el que la grave situación sanitaria y de contagios en Málaga comenzaban a nublar la supuesta “gran gestión” del Gobierno andaluz. Finalmente estas declaraciones han generado un choche y enfrentamiento interno. Las consejerías de Salud y Educación salieron en tromba a desmentir a Bretón y a desautorizarlo manteniendo que el curso escolar comenzará mañana jueves tal y como estaba previsto.

Bendodo a Bretón: "Que se limite a sus competencias"

Pero la respuesta más dura y de clara desautorización del Comisionado vino, curiosamente, de quien lo nombró y de quien depende: el consejero de Presidencia, Elías Bendodo. Éste con la excusa de pedirle a los alcaldes andaluces que no decreten confinamientos sin ser acordados con la Junta (mensaje a Bretón) advertía a Bretón de que el Comisionado “debe limitarse a sus competencias exclusivamente”.

También le dirigió otro claro aviso como que no informara de la adopción de medidas contra la pandemia “sin hablarlas antes con la Consejería de Salud”. “Si el Comisionado alberga dudas sobre la incidencia del Covid en el Polígono Sur, tiene que dirigirse a la Consejería de Salud y acordar con esta las decisiones que se tomen, pero no debe de anunciarlas sin hablarlas antes esta consejería”. Toda una advertencia, desautorización y relación de avisos del Consejero de la Presidencia y una muestra del choque institucional actual.

¿Una situación normal en la nueva normalidad?

Mientras el choque entre Bretón y la Junta (todos PP) continúa, 50.000 personas de una de las zonas más pobres de Andalucía asisten nerviosos al enfrentamiento preguntándose qué ocurrirá si la situación no solo continua, sino que aumenta. Bretón dice que "el Polígono Sur tiene que saber que se juegan la salud con la subida de contagios" y que “hay gente en el barrio que cuanto peor sea la situación, mejor para sus negocios ilegales. Gente que no va a colaborar en parar el contagio porque así progresan más con el tráfico de drogas o las actividades ilícitas”. Y en cambio, la Junta de Andalucía cree que no hay que adoptar medidas excepcionales. ¿Una situación normal en la nueva normalidad?