Javier Arenas, Esperanza Oña y Antonio Sanz. EFE



El pánico ante el trasvase de votos del Partido Popular a Ciudadanos ha llegado a Andalucía. Las últimas encuestas no son para menos. En el comité de campaña andan de los nervios solo imaginando un escenario en el que Ciudadanos pudiera alcalzarle o acercarse demasiado. De ser alternativa de poder a pasar a ser la tercera fuerza política va un trecho. Y si Podemos se le arrima por abajo y se le acerca por el centro del campo -por la banda derecha ya tienen a UPyD- podría ser el acabóse cara a los próximos comicios locales y autonómicos.

Ciudadanos se acerca peligrosamente al PP
Pero lo cierto es que C`s le está echando el aliento en el cogote a PP andaluz y los dirigentes de la derecha andaluza han reaccionado de la peor manera posible. Han sacado a la luz sus sentimientos más profundos y les ha salido su rancio anticatalanismo. Todo ello ante la indiferencia cómplice del PSOE que disfruta con esa situación que, a la postre, le beneficia en términos de réditos electorales.

Un error de un hombre de Arenas
Posiblemente en un error táctico, el PP se desliza hacia posiciones que ya las tiene más que ocupadas formaciones como UPyD o Vox. Pretender contrarrestar el avance de Ciudadanos con posturas antinacionalistas le puede pasar factura en las urnas, mucho más en una comunidad como la andaluza donde ese sentimiento no anida. Alguien debería advertírselo al Delegado de Gobierno en Andalucía y el hombre de mayor confianza de Javier Arenas, Antonio Sanz.

El fantasma de la xenofobia agita la campaña
Y es que Sanz ayer metió la pata hasta el fondo al censurar a Ciudadanos por estar dirigida por una persona que se llama 'Albert' y porque sus orígenes los tiene en Ciudatans. Puede que ya le hayan advertido al fiel escudero de Arenas que tan español es llamarse Pepe como Iñaki, Jordi o Albert. O puede que no. Puede ser que los tracks diarios que manejan en el PP andaluz les hayan asustado tanto ante el avance de "Albert" que hayan echado mano del manual de buen xenófobo en tiempos de crisis. Agitar la xenofobia en política es muy peligroso. Se comienza con una broma y se termina en un 21 por ciento del Frente Nacional de Marine Le Pen.

Rivera: "Cataluña es España"
Antonio Sanz pidió ayer -dicho sea de paso que ante el entusiasmo a rabiar de los asistentes al acto- que habría que estar alerta y "tener cuidado" con C's porque no quiere que en Andalucía mande un partido que se llama "Ciutadans y su presidente, Albert". Ante esta afirmación puesta en bandeja para la respuesta, el aludido, Albert Rivera, le ha contestado que aunque diga que no le gusta que a Andalucía la puedan manejar desde fuera, Cataluña es España: "¿O piensa el PP como el presidente de la Generalitat, Artur Mas?". Una oportunidad para lucir españolismo que Albert o Alberto (o como desee que le llamen) no ha desaprovechado, naturalmente.