Vuelve pisando fuerte ‘La vida de Bryan’ al seno de la izquierda andaluza. Las primarias de Ahora en Común se han enquistado en Sevilla hasta un extremo –ridículo si no fuera dramático– cuya imagen más certera es aquella legendaria escena de la película de los Monty Python donde cuatro miembros del Frente Judaico Popular comentan el odio que sienten hacia los romanos, un odio inmenso pero muy inferior, claro está, al que sienten por el Frente Popular de Judea. En un momento de la conversación uno de los activistas judíos arremete contra los del Frente Judaico Popular por disidentes, hasta que otro de sus compañeros tiene que recordarle que no, que el Frente Judaico Popular son ellos mismos y que los traidores son los de la Unión Popular de Judea.A imitación de las marcas blancas de Podemos y tras el fracaso de la confluencia con éste, la federación de izquierdas se inventó deprisa y corriendo Ahora en Común, marca blanca de Izquierda Unida, a su vez marca blanca del Partido Comunista (inicialmente en todos los territorios y hoy solo en algunos).
IU improvisó un simulacro de primarias consigo misma en las que, como era previsible, la ganadora ha sido ella misma. El lío ha venido, véase Sevilla, cuando el candidato ganador no ha sido de los suyos. ¿Y quiénes son los suyos? En general, los del PCE, y no se trata de un reproche, sino de una constatación. En realidad, IU nunca resolvió –porque nunca tuvo necesidad hacerlo– la contradicción interna que suponía el hecho de que sin el PCE no era nada pero con el PCE no era todo.
[cita alineacion="izquierda" ancho="100%"]LOS FRENTES JUDAICOS SEVILLANOS[/cita]La única provincia andaluza donde Ahora en Común, que a su vez se presentará a las elecciones con la marca Unidad Popular, tiene alguna posibilidad de obtener representación en el Congreso el 20 de diciembre es Sevilla. Buena razón para unirse todos, ¿no? Tan buena como para matarse entre todos. El Frente Popular de Judea, el Frente Judaico Popular, la Unión Popular de Judea…andan enzarzados en una cruenta batalla interna aunque sus nombres sean en Sevilla distintos a los de ‘La vida de Bryan’: aquí se llaman Partido Comunista de Andalucía (PCA), Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT) o Iniciativa por Andalucía (IA).Y ni siquiera eso está claro del todo, porque la CUT como tal se salió formalmente de Izquierda Unida meses atrás, si bien su candidato a las primarias es Álvaro García Mancheño, que en diciembre pasado ocupó en el Parlamento andaluz el escaño dejado por el fundador y líder de la CUT, Juan Manuel Sánchez Gordillo, por incompatibilidad con la alcaldía de Marinaleda.
En el PCA sospechan, y tienen motivos para hacerlo, que la CUT está jugando con dos barajas y no están dispuestos a tolerarlo, no están dispuestos incluso contraviniendo las reglas mismas de las primarias aprobadas por la organización. El tercero en discordia es Iniciativa por Andalucía, la formación heredera de la Izquierda Abierta de Gaspar Llamazares, a quien a su vez el sector más izquierdista de Izquierda Unida siempre acusó de ser demasiado complaciente con sus eternos enemigos del Partido Socialista. Un lío. Roma no tiene de qué inquietarse.
[cita alineacion="izquierda" ancho="100%"]¡POR FIN SOLOS![/cita]Si la federación tenía alguna posibilidad de mantener el escaño que hoy ostenta José Luis Centella –tal vez el tipo que más entiende de política en IU– la está tirando por la borda con esta mini guerra civil que puede acabar dinamitando a IU y dejándola reducida al PCA y solo al PCA. Será un momento histórico: ¡por fin solos!, sin disidentes, sin colaboracionistas, sin traidores… sin nadie.Hay un aire de fin de ciclo en este lío de frentes populares judaicos de Sevilla. Muchos sospechan –y casi todos temen– que IU quedará al borde de la desaparición tras el 20-D: su ansiosa y a la postre fallida estrategia para ser aceptada por Podemos ha dejado a Izquierda Unida sin tiempo ni margen para recomponer su figura antes de la cita electoral de diciembre.
Nadie habla ya de IU como actor significativo de la vida política española: la federación ha dejado de estar en las encuestas, en las tertulias, en los debates, en las expectativas…, ha dejado de estar en tantos sitios y tan de pronto que muchos piensan que el único refugio al que podrán dirigirse tras el vendaval del 20-D será Podemos, con el problema añadido de que en el refugio, mucho más pequeño de lo soñado por sus constructores, apenas quedará sitio libre donde acomodarse.Aun así y más allá de lo que el 20-D suceda en Sevilla, Andalucía va a ser tal vez
el único territorio de España donde IU obtenga no representación pero sí el número suficiente de votos para seguir viva y con efectivos suficientes como para emprender la reconquista de sí misma. Otra cosa es que se deje a sí misma hacerlo.