El mejor -y más benigno- resumen de la actuación del periodista, actor y animador Domi del Postigo en el acto institucional de entrega de las Medallas del Día de Andalucía lo hacía en su cuenta de Twitter una periodista andaluza afincada en Madrid: “No voy a tuitear sobre Domi, no voy a tuitear sobre Domi, no voy a tuitear sobre Domi, no voy a tuitear sobre Domi…”.
Y otra colega repicaba desde la suya: “Hola, Gobierno de @AndaluciaJunta. ¿Entre las 21 primeras medidas en 100 días no figura una para acabar con los topicazos, el quejío? Están a tiempo de incluirla”.
Son dos ejemplos, notoriamente indulgentes en comparación con otros comentarios, del choteo que se ha armado en las redes sociales ante el novedoso formato y la chusca ejecución de lo que, habiendo dejado de ser en sentido estricto un acto institucional y por lo tanto aburrido, no ha acabado de convertirse en una gala televisiva propiamente dicha. Sobre el papel tal vez pudo parecer una buena idea, pero lo cierto es que el resultado no ha sido satisfactorio.
Una comparsa y todo
Demasiada gente invitada a subir al escenario (con comparsa carnavalera incluida), demasiados chistes, demasiadas salidas de tono, demasiadas futilidades a las que no ha salvado la buena voluntad del esforzado presentador, que en ocasiones ha recordado involuntariamente al dicharachero y denostado Lauren Postigo que, en su calidad de 'andaluz profesional', el Gobierno de UCD contrató como propagandista contra el referéndum del 28 de febrero de 1980.
La misericordia del público, obligadamente circunspecto, que llenaba el Teatro de la Maestranza ha sido una suerte para todos. Decididamente, la recuperación, siquiera provisional y algo impostada, de la 'Andalucía de la grasia y el salero' no es una buena opción para celebrar la conquista del autogobierno.
Un discurso normal
Más allá del fallido formato, que convendrá pulir el año que viene preferiblemente hasta hacerlo irreconocible, el foco de atención de la jornada era el discurso del presidente de la Junta, Juanma Moreno, que se estrenaba en un acto en el que los populares nunca se sintieron del todo cómodos, tanto por el marchamo socialista del mismo como porque la derecha andaluza no jugó un papel precisamente ejemplar en el proceso que desembocó en el referéndum de hace 39 años.
Salvo unos pocos y más bien breves párrafos, lo cierto es que el grueso del discurso de Moreno podría haberlo pronunciado sin mayores problemas cualquier de los antecesores socialistas del nuevo presidente. Lo más grave que Moreno dijo contra el pasado fue que “nadie puede ni debe patrimonializar el Día de Andalucía”.
Feminismo y otras cosas
Unas horas antes había tenido lugar el acto institucional que también celebra en esta fecha el Parlamento de Andalucía, donde se estrenaba en estas lides la presidenta naranja Marta Bosquet, que hizo un discurso con enérgicas alusiones contra la discriminación de las mujeres que la izquierda se apresuró a calificar de oportunista y poco sincero recordando que Bosquet había llegado al cargo gracias a los votos ultras de Vox.
Por su parte, el empresario Francisco Martínez-Cosentino, que recibía la distinción como Hijo Predilecto de Andalucía junto al que fuera presidente de la Caja Rural del Sur José Luis García Palacios, este a título póstumo, fue el encargado de pronunciar el discurso en nombre de los premiados.
"El modo más coherente de ser patriota que invertir en Andalucía”, dijo el exitoso emprendedor, cuyas empresas dan hoy empleo en todo el mundo a cerca de 5.000 trabajadores, aunque “en el camino", confesó, se ha "arruinado tres veces”.
Las Medallas
Las Medallas de este año han sido para las siguientes personas y entidades: la Brigada de Salvamento Minero de Asturias por su participación en el rescate del pequeño Julen en Totalán, con menciones específicas a los responsables de otros colectivos profesionales que formaron parte del dispositivo, como la Guardia Civil, Emergencias 112, 061 o el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA); el letrista de los carnavales de Cádiz Antonio Martín García; la empresa hortofrutícola almeriense Biosabor SAT; la Fundación Aguilar y Eslava de Cabra (Córdoba); el director de orquesta granadino Pablo Heras-Casado; el colectivo de trabajadores del Espacio Natural de Doñana; la actriz Inma Cuesta; el Instituto de Biomedicina de Sevilla; la IV Zona de la Guardia Civil de Andalucía; Cáritas Regional de Andalucía y la artista coriana Pastora Soler, encargada de la interpretación del himno de Andalucía con que cada año se cierra el acto.
Los otros
Al otro lado de los muros del Teatro de la Maestranza, la habitual manifestación convocada por la ‘otra izquierda’ transcurría sin incidentes, mezclando lo festivo con lo reivindicativo. Los convocantes elevaron a 15.000 los asistentes, una cifra que la Delegación del Gobierno rebajaba prudentemente a 3.000.
Convocaban, entre otros, Adelante Andalucía, Podemos, IU, Partido Comunista, CGT, Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Ustea o Marea Blanca. Algunos de los manifestantes (más bien pocos) portaban esteladas o lazos amarillos en solidaridad con el independentismo catalán, aunque los colores más visibles eran el blanco y verde de la bandera andaluza.
Los portavoces de los distintos partidos fueron muy críticos con “el tripartido” y recalcaron con contundencia su defensa de la educación y la sanidad públicas.