Sevilla se encuentra en estado de shock y conmoción desde que este miércoles, una menor de 14 años se suicidó tras haber sufrido acoso escolar y cuyas denuncias previas no obtuvieron respuesta eficaz. Este viernes, a modo de apoyo con la familia, centenares de padres de los niños del colegio Irlandesas Loreto de la capital hispalense han protagonizado una concentración en señal de solidaridad.

La concentración ha tenido lugar este viernes en una plaza cercana a la calle Rafael Laffón, donde tuvieron lugar los trágicos hechos, padres, alumnos y, principalmente, los familiares y allegados de la menor fallecida, han rendido homenaje a la menor y han denunciado el caso de acoso escolar en el centro educativo.

"El colegio solía decir que la niña tenía problemas en casa, pero eso no era cierto. No le hicieron caso. Le decían a la madre que la vigilarían en el recreo, pero era mentira”, ha pronunciado una asistente al acto, según recoge EuropaPress. De la misma manera, los vecinos han reprochado que el centro “no sabe gestionar” este tipo de acoso.

“Es peligroso, no es problema de la niña, de que se agobie o sea guapa o fea. Cuando le ponen el ojo a una, van a por ella. En este colegio se dan muchos casos”, ha secundado otra vecina.

La familia tomará acciones legales

En voz del tío de la menor difunta, Isaac Villar, en declaraciones a Canal Sur, asegura con “claridad” que existe “algún error en el proceso de protocolo” en el centro”: “Mi hermana lleva un año detrás del colegio, comunicando la situación. No se ha hecho absolutamente nada por parte del colegio”, ha denunciado.

Por estos motivos, la familia ha anunciado este viernes que tomará “todas las medidas legales necesarias” contra el colegio Irlandesas Loreto: “Es una impotencia enorme, porque no sabemos si, si se hubiera hecho algo, no estaríamos aquí”, ha proseguido lamentando el tío de la víctima.

Cabe remarcar que la familia de la menor advirtió hasta en dos ocasiones al colegio de la situación de acoso que sufría la niña, una al principio del curso anterior y otra con el comienzo de este año en septiembre. Ambas denuncias fueron presentadas por escrito, acompañadas a su vez de un informe psicológico. A pesar de ello, no recibieron respuesta alguna del centro.

“La única medida que hubo, más que medida, fue una petición que realizó mi hermana, fue que cuando iniciara el curso no coincidieran en la misma aula. Es lo que han hecho. Y dio igual porque seguía repitiéndose ese acoso”, denuncia Villar.

Por su parte, desde la Consejería de Desarrollo Educativo y FP de Sevilla, han dado cuenta que el centro educativo en el que tuvo lugar el caso de bullying no se activó ni el protocolo de acoso ni el de conductas autolíticas, pese a estar obligado por la normativa vigente.

Asimismo, el Defensor del Pueblo andaluz ha elevado una investigación de oficio para conocer el funcionamiento del protocolo sobre el casos escolar, haciendo así una llamada a la prevención ante estas señales de violencia en el plano educativo: “Los protocolos tienen que funcionar”, ha ahondado Jesús Maetzu.

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