Esta vez la modernidad venció a la tradición. La pava ha sido una vez más la protagonista en la celebración de la festividad de San Blas en Cazalilla (Jaén), pero en esta ocasión no ha sido lanzada desde el campanario de la parroquia Santa María de la Magdalena. El animal apareció en la plaza portado por un hombre que se limitó a pasearlo entre la multitud, como poco después ocurría con una segunda pava. Este paseo era, de hecho, el plan B de los vecinos si finalmente no podían lanzar la pava como siempre.Es la primera vez en décadas que la pava no es arrojada desde lo más alto de la parroquia de la Magdalena porque la iglesia estaba cerrada y los vecinos no pudieron acceder al campanario. "Con la iglesia hemos dado", podrían haber dicho los vecinos imitando a don Quijote, ya que todo indica que el Obispado de Jaén optó por lavarse las manos en el conflicto manteniendo la iglesia cerrada.PUERTAS AL CIELOAyer, el alcalde de Cazalilla, el socialista Manuel Jesús Raya Clemente, explicaba, en relación al dictamen sobre las medidas cautelares reclamadas por el Partido Animalista, que veía muy complicado que la autoridad diera el visto bueno a una conducta penada por Ley. Según publica el diario Jaén, el alcalde recordó que el Ayuntamiento no es responsable del lanzamiento de la pava, que organizan los vecinos, ni tiene tampoco capacidad para impedirla, ya que solo cuenta con un policía. “No podemos ponerle puertas al cielo”, concluía Manuel Jesús Raya.La confusión ha rodeado el momento, sobre las 18,55 horas de este miércoles, en que de pronto se ha visto al animal y se ha empezado a escuchar 'sí sí sí, la pava ya está aquí', según han explicado a Europa Press fuentes presenciales. La sorpresa ha llegado al constatar que no ha caído planeando como suele ser habitual al ser arrojada desde la torre, que ha permanecido cerrada."Un hombre ha llegado con una pava bajo el brazo desde una calle cercana a la iglesia y poco después otro llegaba con otra más pequeña", han comentado. Numerosas personas se habían congregado en el entorno del templo para asistir a esta tradición, no sólo a cazalilleros, sino también de poblaciones cercanas como Mengíbar, Espeluy, Villanueva de la Reina o Lahiguera.50 GUARDIAS CIVILESMuchas de ellas coreaban durante la espera cánticos como 'queremos la pava', 'que viva la pava, la pava la mejor' o 'que la tiren, que la tiren'. Finalmente, sin embargo, el lanzamiento desde el campanario no se ha producido y eso ha llevado a algunos enfrentamientos verbales entre detractores y partidarios de esta costumbre.La Guardia Civil, que había preparado un importante dispositivo de seguridad en el municipio, se ha desplegado entonces para mantener la distancia entre ambos grupos, de modo que "no ha habido altercados", según han señalado a Europa Press fuentes de este cuerpo.En torno a medio centenar de efectivos han estado presentes tanto en la plaza de la iglesia como en la concentración organizada a las 17,30 horas por la Coordinadora Animalista de Jaén en la calle Pilar Bombó, donde también hubo "cruce de acusaciones entre unos y otros, pero sin ser graves y sin llegar a nada más".La mayoría de los vecinos y participantes en esta costumbre niegan que se causen daños al animal, que permanece con quien lo recoge como símbolo de fortuna, y defienden su celebración, de la que el Ayuntamiento está desvinculado y, de hecho, no aparece en el programa oficial de festejos.No obstante, colectivos como la Asociaciones Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) consideran que se origina a la pava un sufrimiento injustificado y critican que se mantenga a pesar de que "vulnera" la Ley de Protección Animal de Andalucía. Así, ha venido pidiendo a la Junta que tuviera en cuenta la reincidencia de los hechos para aumentar la multa, ya que hasta ahora ha impuesto la sanción mínima (2.0001 euros) de entre las posibles para la infracción administrativa muy grave.'EL ANIMAL NO SUFRE DAÑOS'Coincide con ellos también el Partido Animalista (Pacma) que, además, en esta edición, ha tratado de evitar el lanzamiento con la petición de medidas cautelares en el juzgado y ello ante la reforma del Código Penal por el que, a su juicio, podría suponer un delito de maltrato animal. El juez desestimó esa solicitud al considerar que la pava "no sufre daño alguno" y se anunció recurso por parte de la formación, que también ha recogido más de 51.100 firmas.El juez Miguel Francisco Sánchez Gasca, magistrado de instrucción de Jaén, dictó un auto el pasado 29 de enero rechazando la suspensión cautelar que pedían los animalistas porque “el mero acto de lanzar o soltar una pava desde un lugar con más o menos altitud, que revolotee o vuele el animal y que lo recoja un tercero no causa daños al animal, o al menos en los años precedentes al presente no ha habido nunca causación (sic) de daño al animal soltado”. Estudiados los informes solicitados al ayuntamiento, la Junta, el obispado y la Fiscalía, el juez concluía que “es más que dudoso que el mero acto de lanzar una pava desde una altura sea delito de maltrato animal”. Los animalistas, por el contrario, mantienen que sí existe maltrato al someterse la pava a un grado de estrés insoportable, amplificado por el hecho de que sufre varios amagos antes de ser arrojada desde lo alto del campanario.