En vez de remitir, la ‘guerra de las banderas’ parece enconarse con el paso de las horas. Mientras la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet (Cs), insiste en equiparar símbolos como la bandera de Falange Española con la enseña arcoíris del movimiento LGTBi, tanto desde su propio partido como desde PSOE y Unidas Podemos exigen que no se dé el mismo trato institucional a unos símbolos y otros.

En una entrevista en Canal Sur Radio, Bosquet ha amenazado hoy a los 10 diputados no adscritos –9 de Adelante y una de Vox– con reubicarlos “en la biblioteca o en el archivo” del Parlamento si, como les ha ordenado la Mesa del Parlamento, no retiran sus símbolos del espacio común que todos ellos comparten y que, al contrario que los que utilizan los grupos parlamentarios, no tienen carácter privativo, sino que son comunes, según la presidenta y los letrados de la Cámara.

La disputada no adscrita y líder de Anticapitalistas Teresa Rodríguez defendía en Twitter su posición: “Nos han quitado las banderas andaluza, LGTBI, trans y del pueblo gitano y han separado nuestras mesas para que no podamos sentarnos en reunión. No he visto una cosa más absurda en los días de mi vida. Solo falta que nos castiguen de cara a la pared”.

Y añadía:

“Eso sí. Los símbolos de los asesinos de Blas Infante y de Lorca, de los que exiliaron a Machado, violaron a las 5 rosas de Fuentes de Andalucía y asesinaron a las 17 rosas de Guillena. Eso sigue allí”. Rodríguez acompañaba su comentario con esta imagen:

Falange

 

La presidenta de la Cámar no ve así las cosas. "Igual que la Mesa del Parlamento acordó la cesión de ese espacio, puede retirar el uso de ese espacio", ha dicho Bosquet, que ha informado de que anoche los servicios de la Cámara retiraron los símbolos de la diputada ultra y de los exparlamentarios de Adelante, para así "devolver el mobiliario del Parlamento en el estado en que estaba".