Los Fondos de Recuperación de la Unión Europea que han llegado a España --unos 9.000 millones de euros-- están de momento en reposo, en stand by, en los bancos a la espera de que las autonomías comiencen a adjudicar la realización de los proyectos presentados a las distintas convocatorias abiertas o por abrir.

Lo grave de la paradójica situación en la que nos encontramos es que el reposo bancario del dinero enviado desde Bruselas tiene un precio por los intereses negativos. Los bancos cobran ahora por guardarnos la pasta y si esta es mucha como es el caso de los fondos europeos el importe del peaje se eleva a cifras muy respetables.

Los portavoces de las entidades bancarias se han apresurado a matizar que no se benefician de la coyuntura porque a ellas el Banco Central Europeo (BCE) también les cobra por la liquidez que le depositan, igual que ocurre con el Banco de España. 

Lo que ya resulta incalificable es que los principales beneficiarios por el momento de los fondos Next Generation sean los grandes bancos que están embarcados en enormes procesos de destrucción de empleo con miles de despidos.

Si ya en febrero de este año y en esta misma columna señalaba que constructoras, eléctricas y operadoras de telecomunicaciones iban a ser las grandes beneficiarias de la merienda de los fondos europeos, la realidad que siempre desborda nuestra imaginación nos sorprende ahora con la noticia de que los bancos han sido los primeros en sacar tajada de la coyuntura actual.

Los expertos avanzan que hasta bien entrado 2022 no se notará en la economía real el riego del dinero europeo para la recuperación postpandemia, pero la banca que nunca pierde ya lo está manejando para mejorar sus cuentas a costa, como ya ocurrió con los rescates de la anterior crisis, de todos los contribuyentes.  

La digitalización de los bancos no afecta solo a sus plantillas y a las familias afectadas, impacta especialmente en las zonas rurales donde el cierre de oficinas deja sin servicios a una población envejecida que sufre una transición digital injusta y excluyente.