Intensa jornada de trabajo institucional y orgánico la que tiene hoy en Sevilla la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, que por la mañana se reunirá con el presidente popular de la Junta y el alcalde socialista de Sevilla y por la tarde presidirá la reunión constitutiva del Comité Autonómico de Cs en Andalucía.

Previsiblemente, el encuentro con los dos primeros será más plácido que el que tendrá con sus propios compañeros de partido, donde ya son inocultables las tensiones entre el presiente regional de Cs y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, y la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, a quien muchos observadores sitúan como futura competidora de Marín por el liderazgo del partido.

El campo de batalla en el que ambos están contendiendo –con personas interpuestas pero de forma inequívoca– es la propia Junta de Andalucía, donde se han creado sucesivas tandas de nuevos altos cargos en las provincias que, en lo que afecta a Cs, deberían ser preferentemente afiliados del partido en opinión de Ruiz y obligatoriamente funcionarios en opinión de Marín.

A las discrepancias entre ambos miembros del Gobierno autonómico no es ajena la determinación de aumentar sus respectivas cuotas de influencia dentro de la organización naranja. En todos los partidos, y Cs no es una excepción, la manera más segura de hacerlo es situar en puestos institucionales de relevancia a militantes de confianza.

Una reunión importante

A las cuatro de esta tarde, Arrimadas presidirá la reunión constitutiva del Comité Autonómico de Cs en Andalucía, del que el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, es su coordinador, mientras que son coordinadores provinciales Rafael Burgos en Almería; Carlos Pérez en Cádiz; Fran Carrillo en Córdoba; Luis Salvador en Granada; María Ponce en Huelva; Miguel Moreno en Jaén; Guillermo Díaz en Málaga y Álvaro Pimentel en Sevilla.

Aunque no es previsible que ocurra en Andalucía, en septiembre pasado la dirección de Cs excluyó de los nuevos comités autonómicos a dos de los cuatro vicepresidentes que tiene en las comunidades donde cogobierna con el PP: Francisco Igea, de Castilla y León, quien disputó a Inés Arrimadas el liderazgo del partido en primarias, e Isabel Franco, vicepresidenta de Murcia.

La portavoz nacional del partido, Melisa Rodríguez, dijo entonces que "una cosa es ser vicepresidente de un gobierno autonómico y otra que tenga que tener un puesto en la parte orgánica del partido”, aunque también recordó que ni Igea ni Franco tenían cargo alguno en las anteriores organizaciones territoriales. No es el caso de Marín.

Una cierta distancia

Aun así, las relaciones entre el vicepresidente de la Junta y la líder naranja no pasan por su mejor momento. Hace unas semanas, Marín fue públicamente desautorizado por Arrimadas después de que, en un acto con el expresidente del partido Albert Rivera, aquel sugiriera que el PP y Cs podrían concurrir juntos a unas elecciones autonómicas.

Y es que la estrategia de Arrimadas de centrar el partido y alejarlo del 'bloque de Colón' parece suscitar algunas reservas en Marín, cuyo alineamiento acrítico con el PP andaluz desde que entró en el Gobierno autonómico se diría que va más allá de lo estrictamente institucional.

El coordinador provincial y portavoz naranja en el Ayuntamiento de Sevilla, Álvaro Pimentel, sí estaría, en cambio, ejecutando más fielmente los deseos de Arrimadas. 

Recientemente, Pimentel alcanzaba un doble acuerdo con el alcalde de Sevilla, Juan Espadas: para el presupuesto municipal de 2021 y para dotar de estabilidad a lo que resta de legislatura en el Ayuntamiento hispalense, gobernado por el PSOE pero sin mayoría absoluta.