La candidatura se hará pública el próximo fin de semana en Marbella, pero se ha conocido este martes. Beltrán Pérez será finalmente el candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla tras una larga guerra interna cuya última y decisiva batalla fue el congreso provincial del partido celebrado el año pasado en el que venció por la mínima Virginia Pérez, frente al anterior presidente Juan Bueno.

'El desaparecido'

‘Los Pérez’ cuentan con el apoyo del incombustible Javier Arenas, mientras que el ya definitivamente derrotado sector crítico contaba con la complicidad de dos ministros: la declinante Dolores de Cospedal y el poco enérgico Juan Ignacio Zoido.

Pero tal vez el dato más sorprendente de la ‘guerra de Sevilla’ ha sido que el presidente regional, Juanma Moreno, ha estado desaparecido. Es difícil imaginar que la designación del candidato del PSOE a la Alcaldía de la capital andaluza se dirimiera entre Rubalcaba y Zapatero, a espaldas de Susana Díaz, o que el de Podemos fuera cosa de cosa de Monedero y Echenique a espaldas de Teresa Rodríguez.

Severamente contraindicado

La opción para la Alcaldía que manejaban los críticos era el actual alcalde de Tomares y senador José Luis Sanz, cuyo nombre ha estado sobre la mesa hasta última hora a pesar de tener muy severas contraindicaciones, como que es alcalde de un pueblo vecino o que la justicia le pisa los talones por prevaricación por el caso de las retribuciones abonadas por el Ayuntamiento de Tomares al popular Juan Campos, por unos inverosímiles informes realizados cuando aún no formaba parte del Gobierno local.

Parecía, pues, bastante evidente que Beltrán Pérez, nacido en Sevilla en 1974, era mejor candidato que Sanz. Aunque poco conocido, Pérez ha reafirmado recientemente su perfil moderado al facilitarle al socialsita Juan Espadas la aprobación in extremis de los presupuestos municipales.

La perdiz de Málaga

El hecho de que Moreno haya estado desaparecido en la plaza electoral más importante que el PP disputa en Andalucía da una cierta idea de la fragilidad de su liderazgo. Y tampoco en Málaga ha jugado un papel muy lucido: su intento entre bambalinas de que el veterano Francisco de la Torre diera un paso atrás para dejar vía libre a un candidato de las nuevas generaciones, también ha fracasado. Tras marear durante meses la perdiz de la candidatura, De la Torre confirmó hace unas semanas que volvería a presentarse en 2019, aunque para entonces habrá cumplido 76 años.

No ha sucedido lo mismo en Cádiz, donde la dirección regional que lidera Moreno sí ha conseguido que la también veterana exalcaldesa Teófila Martínez renunciara a sus pretensiones iniciales de disputar el sillón municipal al ‘podemita’ José María González ‘Kichi’.