Es alcalde desde enero de 2022, cuando Juan Espadas le pasó el bastón de mando de la capital de Andalucía. Sevilla es la joya de la corona para el PSOE en la contienda municipalista y es una de las plazas más ambicionadas por el PP, que espera hacer valer el efecto de arrastre de Moreno Bonilla en Andalucía.

Sin embargo, el alcalde está tranquilo. El “termómetro de la calle” que pisa como nadie y las encuestas le tranquilizan. Eso sí, admite que le habría gustado que las agrupaciones a su izquierda en Sevilla fueran un bloque más compacto, “al electorado le resulta difícil de entender tanta fragmentación”.

Su mandato cuenta con récords en empleo e inversiones, de hecho, Sevilla ve tras años de espera la llegada de las obras de metro, tranvía y el aterrizaje de instituciones como la Agencia Espacial de España o nuevos centros de investigación de la Comisión Europea

Muñoz ha sido la cara visible de la internacionalización de Sevilla y de un boom turístico que, sin embargo, cada vez tiene más detractores. Se confiesa partidario de “poner límites” a la vivienda turística y apuesta por la llegada de más hoteles de lujo a la ciudad, pero sin perder el carácter residencial en el Casco Histórico.

Apoya las medidas de Sánchez en vivienda y saca pecho por el escudo social del gobierno de izquierdas del que, presume, Sevilla es ejemplo. No rehúye la autocrítica en materia de limpieza o en políticas climáticas y presenta la redirección de los barrios más pobres de España como prioridad. Nos recibe con una agenda que asfixia tanto como el calor de Sevilla estos días, pero transmite calma y confianza, tanto que hasta nos recomienda música electrónica para relajarnos de cara a las elecciones.

PREGUNTA (P): ¿Cuál es logro del que más orgulloso te sientes y cuáles serían tus prioridades si te haces con la alcaldía?

RESPUESTA (R): En los próximos cuatro años vamos a tener que afrontar una serie de retos y desafíos porque queremos ser un territorio competitivo, entendiendo por competitivo una tierra de oportunidades que atraiga talento e inversiones. Y yo estoy seguro de que eso lo vamos a conseguir.

Pero hay un tema que me preocupa de manera extraordinaria. Y es que junto con esa Sevilla pujante que ha conseguido la Agencia Espacial Española, inversiones en temas de energía renovable, de hidrógeno verde, de economía circular... hay una cara B. Una cara de la ciudad que son esas zonas que necesitan una transformación social.

Sin duda, uno de mis objetivos primordiales para los próximos cuatro años es torcer el rumbo de estos barrios y que la transformación social empiece a notarse como consecuencia de la rehabilitación de viviendas,  algunas de ellas no ofrecen las condiciones de una ciudad del siglo XXI. También en cuestiones relativas a la recuperación del espacio público y de convivencia, con un rol importante de la cultura, donde se reduzca el absentismo escolar y la inseguridad.

P: Y sobre lo conseguido hasta ahora, ¿qué escoges?

R: En materia de infraestructuras de movilidad teníamos un auténtico cuello de botella para el desarrollo de la ciudad, para la ciudadanía de Sevilla es difícil moverse, en comparación con otra ciudad europea o española.

Pero ya se ha colocado la primera piedra del metro; la ampliación del tranvía está en marcha. Se está licitando el tranvi–bus con algunos barrios, como Sevilla Este, Torreblanca y Alcosa y se está estudiando la conexión entre Santa Justa y el aeropuerto… toda esa infraestructura de movilidad, hasta hace apenas un año, eran solo demandas, pero ahora hay obras en marcha y en fase de estudio.

Desde el punto de vista económico, sin lugar a duda, la noticia más destacable es la la Agencia Espacial Española, que va a tener una repercusión muy positiva para atraer nuevas empresas, fortalecer las ya existentes del sector y posibilitar nuevos empleos. Te pongo un ejemplo: acabamos de obtener una incubadora de empresas para 12 proyectos espaciales de jóvenes que van a poder desarrollarse en San Jerónimo, en la periferia de Sevilla, durante los próximos tres años, y lo mismo ocurre con la llegada de Centro Europeo de Transparencia Algorítmica, que va a suponer tener investigadores europeos aquí y jóvenes investigadores en Sevilla.

P: Sobre las elecciones, las encuestas vienen dándote como ganador, pero lo cierto es que en Andalucía, la marea predominante en la intención de voto favorece al PP, ¿temes que haya un efecto de arrastre de marca y Sevilla vote a la derecha?

R: Yo confío en que no por la madurez del electorado, que hace que el votante piense sobre la gestión de Sevilla. Aquí no se presenta ni Moreno Bonilla, ni Pedro Sánchez, ni Feijóo, ni Yolanda Díaz.

En Sevilla se presenta, entre otros, Antonio Muñoz y yo, la pregunta que lanzo al electorado es, ¿está mejor o está peor tras el gobierno socialista? Indudablemente todos los parámetros indican que estamos mejor. El desempleo ha caído en 24.000 personas. Hay un 9% más de empresa, hay un volumen de inversión tanto público como privado, como hace décadas que no había en Sevilla, habría que remontarse a la Expo92 para encontrar algo similar. Si Sevilla está mejor, ¿por qué producir un parón? Por qué un frenazo, que es lo que suele ocurrir cuando gobierna la derecha.

P: El Gobierno socialista en Sevilla se ha apoyado en Podemos, Izquierda Unida, en otra ocasión en Ciudadanos, ¿ ves este escenario con naturalidad?  

R: Yo aspiro a ser la fuerza más votada, a mantener la Alcaldía y a gobernar en solitario… Pero tengo que decir que me hubiera gustado, con todo el respeto, que las opciones a la izquierda del PSOE hubieran ido unidas. Resulta difícil de entender, incluso para el propio electorado, como agrupaciones similares, teniendo un electorado prácticamente idéntico, concurran en una fragmentación de la oferta política.

P: Dado el caso, ¿apoyaría a un posible alcalde del PP en solitario a fin de evitar que hiciera coalición con la ultraderecha y Voz entrase en el gobierno de Sevilla por primera vez?

R: Sinceramente, no contemplo ningún escenario de gobierno de la derecha en Sevilla, ni por el termómetro de la calle, ni tampoco por las encuestas que nos sitúan a nosotros como una fuerza política más sólida. No quiero apelar al voto del miedo, pero lo peor que le podría ocurrir a esta ciudad es que hubiera un gobierno con la extrema derecha y la derecha, como como ocurre en Castilla y León, por ejemplo.

P: Me habla de termómetro de la calle y en Sevilla hay un tema recurrente: la limpieza. Se oye de nuevo que “la ciudad está más sucia que nunca”. Como alcalde de una ciudad que además tiene una empresa municipal de limpieza, ¿cuál es tu respuesta?

R: No me escondo ante el problema, estoy tomando medidas y voy a seguir tomándola. Yo he reconocido desde el minuto uno que la ciudad puede estar más limpia y que el servicio público es mejorable. Lo que no se me puede reprochar es que esté de brazos cruzados. Hemos contratado 126 personas, hemos hecho una inversión importante en maquinaria, hemos reorientado actuaciones, pero no es menos cierto que no está lloviendo, que somos una ciudad que vive continuamente en la calle, ocupando los espacios públicos y que, además, la ciudad está llena de grandes eventos; todo esto hace que sea más dificultoso mantener la ciudad limpia.

Por eso, la colaboración ciudadana es indispensable. Pero soy consciente de que tenemos que mejorar y, sobre todo, aumentar la plantilla. Y desde luego no se me pasa por la cabeza ninguna operación, como seguramente se le pasa al Partido Popular, de privatizar.

P: Habla de los grandes eventos que han venido a Sevilla. Acabamos de pasar Semana Santa y Feria con récord de asistentes, visitantes, impacto económico, eso tiene un punto positivo; pero ¿se puede morir de éxito?, la oposición dice que se está perdiendo la esencia de eventos como la Feria de Abril, por ejemplo.

R: Eso no es así. Sevilla tiene un legado histórico y patrimonial, un estilo de vida que está muy arraigado, que forma parte del elemento más y valorado para el visitante. Más allá del patrimonio, nuestro estilo de vida es algo que gusta mucho, algo a las personas que vienen de fuera.

Tenemos que procurar que nuestra identidad se mantengan a pesar de ser una ciudad turística. Para eso estamos tomando medidas, como por ejemplo señalar nuestros establecimientos emblemáticos de hostelería, de hotelería, de los comercios que son señas de identidad de la Sevilla de toda la vida. Es una manera de fortalecer frente al mundo de la franquicia.

Y, desde luego, la feria y la Semana Santa que conocemos hoy en día no son la feria y la Semana Santa de hace 50 años. Siempre ha habido evoluciones, pero yo no veo una pérdida de identidad como ha intenta, de manera alarmista, denunciar el Partido Popular, que recurre a cualquier pretexto por sacar aspectos negativos.

P: Vivienda turística: es otro aspecto del mismo tema. Andalucía es la indiscutible líder nacional en los registros. Sevilla tiene culpa de ello con barrios como Santa Cruz, ¿qué sientes cuando ves actos de rechazo y activismo contra el turista?

R: No comparto ese tipo de protestas, como la de poner silicona en los candados de pisos turísticos o las pintadas ni nada por el estilo. Pero voy a ser claro y contundente:  en algunas zonas con desequilibrio entre residentes y viviendas turísticas, a favor de lo segundo, hay que limitar. No hay que dar más licencias, pero tiene que haber un decreto por parte de la Junta de Andalucía, que se está cociendo en estos momentos, que lo permita.

Espero que en aquellas zonas que podamos considerar saturadas o tensionada por los pisos turísticos no se permita más crecimiento.

Ya tenemos suficiente piso turístico en Sevilla y, por tanto, si en una economía de mercado como en la que estamos tiene que crecer alguna figura alojativa prefiero que sean los hoteles de cuatro y cinco estrellas, porque suponen crecer en calidad y crecer en una tipología de turismo que gasta más en el destino.

P: De hecho, en 2022, Sevilla aumentó un 30% su cupo de hoteles de lujo. ¿No crees que eso también tiene que haber un límite, por ejemplo, en el casco histórico de la ciudad?  

R: Yo soy muy partidario de la teoría urbanística como fin. Jane Jacobs, la activista norteamericana de los 50 y 60 prodigaba la mezcla de usos y el mestizaje de edificios antiguos, modernos, de uso de edificios dedicado al trabajo y a vivir… la mezcolanza.

Y, en ese sentido, lo mejor que le puede suceder a una ciudad viva es que haya esa mezcolanza.  

En el centro histórico de Sevilla, en este momento, se da esa mezcolanza. Si bien es cierto que, como suele ocurrir en muchísimos centros, hay un predominio de la actividad comercial o turística sobre la residencial. A mí me gustaría propiciar que no se perdiera, que no hubiera un monopolio, por así decirlo, de ninguna actividad económica en ningún barrio de Sevilla.

Aun así, creo que todavía en el centro de Sevilla tenemos barrios donde las unidades residenciales son cuantiosas, hay familias viviendo y quizás lo que tenemos que propiciar no es tanto el freno a los hoteles de cuatro y cinco estrellas, sino, como decía anteriormente, a las viviendas turística que acaban expulsando al estudiante, al pensionista, al trabajador que vive de alquiler y que, al final, tiene que irse a la periferia o a otro municipio.

P: Eso influye en el hecho de que Sevilla está perdiendo peso poblacional. Zaragoza nos supera como ciudad más habitada por primera vez

R: Para que un territorio no pierda población se tienen que dar como mínimo dos circunstancias: una, que haya vivienda asequible. En este momento hay un ritmo de crecimiento de vivienda en Sevilla, como no ha habido en décadas. Hay ahora mismo proyectadas 20.000 viviendas de las que el 50% tienen ya licencias de obra y hay también un importante número de VPO, en torno a 1500 viviendas para el 2023 y 2024.

Y el segundo factor es el empleo. En los últimos años Sevilla ha decrecido el desempleo en 24.000 puestos y con las perspectivas no solamente de crecimiento turístico, sino de crecimiento industrial con el Parque Científico y Tecnológico, el Polo Aeronáutico, la Agencia Espacial, la zona del puerto en torno a las energías renovables... Todo eso me hace ser optimista en cuanto a las oportunidades que tiene la ciudad. Sevilla va a crecer en población en los próximos años y el último dato del año 2022 es que Sevilla ha crecido en 2250 a habitantes, se ha roto la inercia de pérdida de población.

La comparativa con Zaragoza no me preocupa. Son dos realidades muy diferentes. Sevilla tiene un área metropolitana de 1 millón y medio y sin embargo, Zaragoza no tiene área metropolitana.

P: El debate de la vivienda pública es nacional. Sé que ha presumido en algunas ocasiones de que Sevilla ya se había adelantado a la Ley de Vivienda. Quería preguntarte por esa propuesta de Pedro Sánchez de avalar el 20% de la hipoteca a través de créditos ICO a jóvenes, ¿no crees que, como incluso ha sugerido el Banco Central de España que pueda generar una burbuja hipotecaria?

R: El Banco de España lo que ha venido a recomendar es que haya un seguimiento del impacto de esta medida en el comportamiento del mercado. Pero la medida a mí me parece positiva a priori, porque no es menos cierto que hay muchísimos jóvenes que tienen dificultades a la hora de adquirir una vivienda por falta de avales. Por tanto, que desde el sector público estemos avalando va en la dirección correcta.

Con respecto a la Ley de Vivienda, lo que sí ratifico es que me parece positivo que España se incorpore al conjunto de países europeos que tienen un marco jurídico de la vivienda, por cierto, en algunos aspectos esto viene a respaldar iniciativas que ya estaba haciendo el Ayuntamiento de Sevilla. Nos marcamos un objetivo clarísimo, sí queremos incidir en el precio de la vivienda en Sevilla, la única herramienta municipal es aumentar el parque público de vivienda. No solamente lo hemos hecho con construcción, como ahora mismo de 450 viviendas que llegaremos a 1500 a final de año, sino también con fórmulas imaginativas de permuta o de compra de casas vacías, que es también fórmula que respalda la actual ley.

P: El debate de la vivienda es una de las últimas grietas que conocemos del Gobierno de coalición. Eres alcalde, eres la figura política que más contacto tiene con la ciudadanía. ¿cómo crees que percibe el ciudadano de a pie este ruido político en el seno del Gobierno?, ¿le acabará pesando al PSOE?

R: Me preocupa el exceso de ruido o que las diferencias formen parte de los titulares de periódico o que abran informativos. Son diferencias que pueda darse en el seno en el seno del gobierno de manera legítima.

Pero yo me quedo sobre todo con el balance de este gobierno de coalición: el de un país en crecimiento económico, en descenso del desempleo, con un control del tema energético que nos han copiado otros países europeos, con cierto control de la inflación y, sobre todo, con algo que me parece determinante: estábamos acostumbra por el último gobierno de la derecha, cuando afrontó la crisis económica del 2008, a que todas las recetas de política económica eran de recorte, recorte y recorte.

Sin embargo, con este gobierno de coalición de izquierda la política económica ha ido en la dirección contraria con más gasto social, han sido políticas de corte keynesiano, ha habido pocos recortes y ha habido mucho escudo social para la clase trabajadora y la clase media, o los ERTE o el apoyo a determinados sectores económicos.

La pregunta que debe de hacerse el electorado es qué habría ocurrido en España si con esa crisis sobrevenida, imprevista de la pandemia y la guerra, hubiera existido un gobierno de la derecha… no lo quiero ni pensar.

P: Sobre el cambio climático en una ciudad como Sevilla, tan sometida a olas de calor, llama la atención la instauración de la Zona de Bajas Emisiones en una zona casi anecdótica como es la Isla de la Cartuja, siendo uno de las mayores áreas urbanas de España, ¿no debería ser más ambicioso?

R: En la lucha contra el cambio climático es hora de coger el toro por los cuernos, de tomárnoslo más en serio, con carácter general todos los gobiernos…

Puedo reconocer que quizás en el área donde se ha aplicado, que es el área del Parque Científico y Tecnológico, no se ha hecho con toda la contundencia y ambición necesaria; pero sin lugar a duda, lo que sí le puedo asegurar es que en los próximos cuatro años habrá medidas que afectan a lo cotidiano en las políticas de sombra, la renovación del alumbrado, el confort climático de los edificios público, el transporte, la transición de la flota pública de autobuses hacia vehículos eléctricos que utilicen otro tipo de combustible… Y las restricciones al coche privado tienen que ser ya un asunto que vayamos desarrollando en los próximos años, al mismo tiempo que vamos desarrollando transporte colectivo.

P: Para terminar, como alcalde tiene una anomalía: continúa manteniendo la concejalía de Cultura, así que quiero aprovechar para pedir recomendación de libro, música o película para la jornada de reflexión

R: Yo recomendaría el libro ‘La Ciudades’ de Ítalo Calvino, un clásico, un libro de de mesita de noche. La música de James Blake, un cantante británico que hace música electrónica melódica y la última película de Serrá, ‘Pacifiction’.

Con esas recomendaciones nos quedamos. Mucha suerte a la reelección.