Las comunidades autónomas no van a cometer en Semana Santa el error cometido en Navidad, cuando suavizaron temerariamente las restricciones. Todos los gobernos regionales salvo el de Madrid votaron ayer en el Consejo Interterritorial de Salud a favor de mantener las resctricciones a la movilidad y el toque de queda entre las diez o las once de la noche y las seis o las siete de la mañana. El veto a los viajes estará en vigor desde el 26 de marzo al 9 de abril.
Lo que Andalucía aún no ha decidido, aunque el Gobierno de la Junta se inclina a hacerlo, es si reabrirá la movilidad entre las ocho provincias, como reclama el sector turístico para amortiguar así en lo posible el efecto que tendrá el cierre perimteral de las autonomías.
La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía defendió ayer en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud "el cierre perimetral de todas las comunidades autónomas" de cara a Semana Santa, así como que dichas administraciones tengan la "facultad" para fijar la limitación de movilidad nocturna --el conocido como 'toque de queda'-- entre las 22,00 y 23,00 horas, y "así garantizar la capacidad de decisión" de cada autonomía.
Igualmente, Andalucía propuso limitar a un máximo de seis el número de personas en espacios públicos abiertos, y a cuatro en espacios públicos cerrados.
Así lo explicó ayer por la tarde el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en una comparecencia en el Pleno del Parlamento. Con respecto al proceso de vacunación, Aguirre dijo que la Junta ha trasladado algunas peticiones al Ministerio de Sanidad.
Entre ellas, Andalucía ha pedido "incluir a pacientes con patologías de alto riesgo en la vacunación de Covid independientemente de la vacunación de los grupos de edad". Se trata de "pacientes trasplantados, sometidos a diálisis, inmunodeprimidos graves y con síndrome de Down por encima de 40 años" de edad, entre otros "grupos de riesgo", según ha detallado el consejero.
Andalucía también "ha vuelto a reclamar la administración de la vacuna de AstraZeneca en la cohorte" de población con edades comprendidas entre 55 y 65 años.