Los alcaldes del PP que durante la presente legislatura han ocupado un escaño en el Parlamento de Andalucía se niegan a renunciar a alguno de sus cargos. Lo hacen siguiendo los dictados de Javier Arenas, que durante años ha venido repitiendo machaconamente su exigencia de “una persona, un cargo”.A la vista de los hechos, la palabra de Arenas tiene el mismo crédito que un bono-basura. Lo demostró durante la última campaña electoral, negando una y otra vez la subida de impuestos. Mintió y ahora lo vuelve a hacer.

Ahora, donde dije “una persona, un cargo”, digo “una persona, dos cargos y dos sueldos”.

Arenas demuestra un nulo respeto a las reglas del juego y a las instituciones, y su escaso afán democrático. Tiene la desvergüenza política de humillar a la Cámara autonómica y de utilizar al Gobierno de España para que el Constitucional le resuelva las nóminas a sus alcaldes.

Arenas ha convertido a estos cinco alcaldes en alcaldes insumisos e interinos. Insumisos porque se niegan a cumplir lo decidido democráticamente por la mayoría del Parlamento andaluz, e interinos, porque si concurren a las elecciones y consiguen un escaño, tendrán que optar por uno u otro cargo.

Esta figura del medio alcalde-medio diputado que acaba de crear el PP es una tomadura de pelo, porque no cumplen al 100% con su obligación ni como una cosa, ni como la otra.

Con esta medida, aprobada por el Parlamento andaluz a propuesta de los socialistas, avanzamos hacia una mayor eficacia en la gestión, porque las ciudades andaluzas se merecen alcaldes y alcaldesas cumplidores con sus municipios y diputados y diputadas a pleno rendimiento.


 

* Mario Jiménez es el portavoz socialista en Parlamento de Andalucía