La presidenta del Govern de las Illes Balears, Francina Armengol, ha asistido a la firma del convenio para llevar a cabo un proyecto de plantación de posidonia en la bahía de Pollença. El convenio ha sido firmado por Vicenç Vidal, conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, y José Folgado, presidente de Red Eléctrica de España (REE). 

Este convenio de colaboración debe servir para desarrollar “El bosque marino de Red Eléctrica”, un proyecto de recuperación de praderas de posidonia degradadas que contará con la dirección científica del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) y con la colaboración del Ministerio de Defensa, que cede las instalaciones del aeródromo del Port de Pollença para llevar a cabo las tareas de cultivo de semillas y fragmentos de posidonia.

Armengol ha indicado que el Govern trabaja des del principio para concienciar sobre la existencia de la posidonia y para protegerla. “Por eso, seremos los primeros de toda Europa que tendremos el Decreto de Posidonia para hacer posible la protección de esta especie endémica que nos nutre con el oxígeno necesario para tener el hábitat adecuado”. Asimismo, el conseller Vidal ha destacado que “concienciación, normativa y vigilancia son los tres ejes de trabajo de este Govern para la posidonia” y que “hoy presentamos un buen ejemplo de colaboración pública y privada y entre diferentes administraciones”.  

El proyecto de replantación de posidonia tendrá una duración inicial de cuatro años y consiste en la restauración de dos hectáreas de posidonia en la zona de la Punta Avançada, siguiendo una metodología que ya se ha llevado a cabo en un proyecto desarrollado recientemente en las bahías de Santa Ponça y Talamanca.

Se plantarán 12.800 plántulas procedentes del cultivo de semillas y fragmentos recolectados de manera natural. Después, se señalizarán para poder identificarlas y hacer el seguimiento. Una vez plantadas, se evaluará, por una parte, la supervivencia y el crecimiento de los ejemplares y, por otra, la recuperación del ecosistema general; es decir, de la biodiversidad asociada a la pradera de posidonia restaurada. Finalmente, también se evaluarán las emisiones de CO2 capturadas por la nueva pradera, hecho que permitirá saber qué eficacia ha tenido la restauración en términos de cambio climático. Además, será un laboratorio vivo y abierto a la comunidad científica.

Todo el proyecto llevará asociado un programa de educación ambiental que incluye formación en el aula, visitas de campo y material didáctico para concienciar sobre la importancia de la conservación de los sistemas marinos.

Para llevar a cabo esta iniciativa se ha escogido la bahía de Pollença porque hay una zona de pradera degradada adecuada para ser restaurada, por la calidad del agua y por las buenas condiciones ambientales. 

Compromiso del Govern con la posidonia

El Govern está llevando a cabo una importante labor para promover tanto la preservación de la posidonia como la concienciación ciudadana de la importancia de esta planta acuática endémica del mar Mediterráneo. 

En este sentido, ha desarrollado el Decreto de Posidonia, que regula los usos para garantizar su preservación. Este decreto ha pasado por un proceso participativo y pronto saldrá a exposición pública. Por otra parte, ya se puede hacer balance del servicio de vigilancia de fondeos de este verano, en el que se ha asesorado y ayudado a fondear correctamente a 6.678 embarcaciones, además de llevar a cabo una tarea informativa con el reparto de folletos, entre otras acciones.

Por otra parte, uno de los proyectos incluidos en las inversiones del Impuesto de Turismo Sostenible aprobadas el pasado lunes consiste en elaborar una cartografía de la posidonia en las Illes Balears. El proyecto es plurianual y cuenta con un presupuesto de unos 400.000 euros para el año 2018.