En esta histórica jornada electoral hay un protagonista involuntario por lo que vive hoy España pero intencionado, a tenor de lo que afirman las autoridades: el fuego. Todos y cada uno de los candidatos de los principales partidos políticos se han referido tras ejercer su derecho al voto, a la ola de incendios forestales que asola el norte del país. Desde Pedro Sánchez, que se ha solidarizado con los retenes de bomberos que trabajan en las labores de extinción, hasta Mariano Rajoy, pasando por Rivera, Iglesias y Garzón, han dedicado palabras a los destragos que el fuego está provocando en la cornisa cantábrica.

Según ha informado tanto la Guardia Civil, como el Gobierno del Principado de Asturias, se están investigando qué número de los cien incendios registrados ayer esta comunidad han podido ser provocados. Precisamente, el instituto armado ha precisado que “alguno” de ellos puede tener detrás la mano del ser humano.

Las investigaciones se centran en averiguar cuáles fueron las causas que expliquen por qué se pasaron de los dieciocho focos activos a primera hora de este sábado al centenar registrados en la región.

Los fuertes vientos, las altas temperaturas y la ausencia de lluvias han favorecido a su propagación, si bien las labores de los servicios de extinción y las precipitaciones caídas desde la noche han permitido que su intensidad haya disminuido.

Es verdad que la mayoría de los incendios han tenido lugar en Asturias. Sin embargo, también se han detectado focos en Galicia, País Vasco y Cantabria. El fuego obligó en la tarde de ayer a cortar las principales conexiones por carretera entre Asturias y Galicia, la autovía A-8 y la N-634, debido a las intensas humaredas, así como la línea de ferrocarril que une ambas comunidades autónomas.

A pesar de la lluvia, los focos asturianos siguen siendo muy activos, hasta el punto de que las autoridades no dan por controlada todavía la situación.