Quizá uno de los grandes problemas de la Humanidad sea la falta de compresión. Si ya es difícil entender al otro cuando habla nuestro mismo idioma y tiene nuestras mismas costumbres, mucho más complicado parece cuando además habla con un lenguaje que no entendemos o nos equivocamos al interpretar sus hábitos y forma de comportarse.

Canciones de cuna y de baile

Sin embargo, sí hay un lenguaje igual para todos los humanos. Curiosamente el primer lenguaje que se creó: la música. Algo que puede parecer evidente cuando en cualquier país una canción en inglés llega al número uno, ahora la ciencia viene a corroborarlo.
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Según un estudio publicado en la revista Current Biology las canciones vocales más sencillas, aquellas que utilizamos para acunar a un bebé, bailar o expresar amor se parecen mucho entre ellas, independientemente de la cultura en la que se crearon. El estudio se centró en exponer a varias personas a diferentes canciones de este tipo y pedirles que las definieran, que expresaran en qué momento y para qué situación consideraban que las canciones estaban compuestas.
El resultado de aciertos de los sujetos de estudio fue sorprendente, aunque las canciones pertenecían a culturas muy distintas a ellos. Incluso con muestras de tan solo 14 segundos, los aciertos seguían siendo muy altos.
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Canciones del Neolítico

Y no solo la música establece una conexión entre culturas contemporáneas. También viaja a través del tiempo. Algunas de las canciones que se mostraron a los sujetos del estudio eran composiciones algunas con casi 10.000 años de antigüedad.  
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  Y un último dato. De todas las músicas que se escucharon las que más fácilmente se identificaron fueron las canciones de baile y las nanas.
Los patrones de música de baile, rápida, alegre y cambiante, y los de las canciones cuna, suaves, relajadas y uniformes, se mantienen a los largo del tiempo y de las diferentes culturas, haciéndolas familiares para personas que están muy lejos tanto en el tiempo como en la distancia.
 

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