En 1967, la policía lanzó, por sorpresa, una ofensiva en Detroit, y se desató uno de los mayores episodio de violencia racial de los (muchos) que han tenido lugar en la historia de Estados Unidos. Detroit ardió en llamas, y el 25 de julio de 1967, la policía tomó el Motel Algiers, incursión que se saldó con la muerte de tres hombres afroamericanos y las heridas por golpes brutales a otras nueve personas: siete hombres negros y dos mujeres blancas.

Es ahora, cuando en Estados Unidos ha rebrotado el conflicto racial con la policial, cuando se estrena Detroit, la nueva película de Kathryn Bigelow (En tierra hostil, La noche más oscura), que gira en torno a aquel conflicto.

La directora, la única mujer con un Oscar a la Mejor Dirección, ha tardado cinco años en en estrenar este nuevo trabajo, al margen de algunos rodajes sin terminar y algún documental. Como siempre, una obra valiente que desafía la desigualdad y el lado violento de Estados Unidos, que siempre la ha posicionado en un lugar muy personal tanto en Hollywood como respecto a Washington.

Documentación y recreación

Suele pasar en los trabajos de esta cineasta: en Detroit se combina una visión subjetiva y hasta visceral de los hechos, y una profunda labor de documentación. Hay imágenes de archivo, personajes basados en individuos reales con cuyo testimonio se ha contado para construir la narración, y, por tercera vez en su carrera, Bigelow ha contado como guionista con el ex reportero Mark Boal. La ambiciosa cinta se inicia, incluso, con unas imágenes de animación basadas en la serie The Great Migration del pintor Jacob Lawrence, inspirada en los movimientos migratorios que vivió la población negra en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX.

En un primer tramo, el relato de la cinta tiene un cariz fragmentado, en la presentación de ese fresco de personajes que busca, así, ir de lo general a lo individual,  de la historia a la intrahistoria. Todo ello, con un ritmo y un tono angustiosos, dignos de un thriller o una película de terror. Bigelow ya había recurrido a ambos en La noche más oscura, título que retratar la cacería de Osama bin Laden.

En el segundo tramo, la pelicula se vuelve más narrativa cuando para concretar su atención en Larry (Algee Smith), uno de los detenidos en el Motel y cantante del grupo The Dramatics, y su sorprendente reacción tras el juicio. Y así, la cinta pierde algo de fuelle.

https://youtu.be/T_KQvvgk9lM