Una gran potencia que pierde territorio. Científicos de la Universidad Politécnica de Tomsk han advertido de que el calentamiento global estará aumentando la destrucción de zonas costeras en el Ártico, y la velocidad de la erosión alcanza de 20 a 30 metros cada verano, lo que provoca la pérdida de territorio de Rusia. En particular, se observa un alto nivel de erosión costera en el mar de Siberia Oriental y el mar de Láptev, los mares marginales del océano Ártico. Por ejemplo, indican los profesores, lo que hacen un par de generaciones conocieron como islas Semiónovski y Vasílievski, ahora se encuentran bajo aguas poco profundas. La erosión costera ha devorado durante los últimos 2.000 años unos 40 kilómetros de la tierra, según datos de este centro, pero el calentamiento global, que aumenta la temperatura media del planeta en términos globales, acelera el proceso, y, como sabido, tiene como consecuencias el aumento del nivel del mar o el derretimiento de glaciares, incluyendo los montañosos. Rusia, además, se calienta 2, 5 veces más rápido que la media mundial según ha difundido el Ministerio Ruso de Medio Ambiente, lo que la hace susceptible a más catástrofes naturales, como inundaciones o incendios. Solo en 2014, se registraron 569 fenómenos de este tipo en Rusia, sobre todo graves inundaciones en el Altái, al sur de Siberia.