Las mejoras tecnológicas en aviación, la aparición de las compañías aéreas low cost y el cambio del prioridades de las sociedades occidentales, han democratizado los viajes. De esta manera, trayectos y estancias que antes estaban reducidas a una elite, ahora son accesibles para todos. Ahora, el paraíso tropical queda a la vuelta de la esquina. Aún así, los viajes comportan ciertas incomodidades, exigen planificación y disponibilidad. Por eso tampoco está mal si a alguien se le ocurre acerca el trópico a un trayecto de una hora en coche.

Tropical Islands Resort

Es lo que han hecho en Alemania. A 60 kilómetros de Berlín, han reproducido los paisajes caribeños a escala 1:1. Tropical Islands Resort es un mastodóntico complejo ubicado en lo que en tiempos fue hangar nazi. Frente a las gélidas temperaturas de la capital germana, en este espacio siempre es verano. Un entorno de 10.000 metros cuadrados que permite realizar todas las actividades que nos ofrecen las islas caribeñas. Tomar el sol. Lanzarse por toboganes acuáticos, submarinismo o disfrutar de un spa. También diferentes actividades para entretener a los niños y librar a los padres de ese problema.

Antiguo hangar de la Luftwaffe

El resort es obra del holding inversos malayo Tanjong. Desde inicios de siglo, vieron el potencial de atraer al público de los países fríos europeos con una propuesta de ocio que lleva todos los años a millones de personas a miles de kilómetros. En las afueras de Berlín encontraron el lugar ideal para el primer resort. Se trata del hangar Brand Briesen. Esta espectacular construcción se levantó en 1938, en pleno programa de rearme aéreo de la Luftwaffe hitleriana. Tras la guerra fue ocupado por el Ejército Rojo, que lo estableció como su base aérea más adelantada en el oeste.

Un millón de visitantes

Lejos, muy lejos de aquel cruento uso, ahora acoge unos visitantes muy distintos. Familias en busca de unas horas de relax en un entorno paradisiaco recreado con escalofriante fidelidad. Por solo 42 euros pueden bañarse en las cálidas aguas del caribe y recorrer una selva tropical de 10 hectáreas. En el último año, un millón de visitantes han viajado en coche hasta este paraíso tropical de mentira. No solo de Alemania si no también desde localidades polacas cercanas.