Wanda, la empresa china que compró el Edificio España, ni confirma ni desmiente que pretenda vender el inmueble tras la negativa del Ayuntamiento de Madrid de ceder a su exigencia de tirar y reconstruir la fachada del inmueble, considerado patrimonio de la capital. Mientras, continúan las críticas al equipo de Carmena al que acusan de ahuyentar a los inversores.

"Rumores de mercado"
La empresa ha calificado de "rumores de mercado" las informaciones sobre la supuesta venta del Edificio España, aunque tampoco lo niega, según EFE. Su postura es que “la política de la empresa es no responder a esos rumores”.

Wanda, que compró el edificio en 2014 al Banco Santander por 265 millones de euros, va a cerrar la filial que abrió en España para remodelar el rascacielos y despedirá a una veintena de empleados. La empresa, del magnate chino Wang Jianlin, posee además el 20 % del Atlético de Madrid y tiene otros proyectos en España.

Tirar la fachada del edificio
Wanda exigió tirar y reconstruir la fachada del edificio, protegida como patrimonio, con un diseño idéntico al actual, pero el Ayuntamiento no lo aceptó.

El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento, José Manuel Calvo , ha declarado en la Cadena Ser que no tienen noticia de que Wanda deje su proyecto del Edifico España.

"No sabemos mucho más de lo publicado en la prensa", ha asegurado, antes de apuntar que el Ayuntamiento ha hablado con arquitectos y abogados y no parece que les conste la marcha de Wanda.

Críticas desde el PP al "Gobierno de Podemos"
Pero las críticas al Ayuntamiento no dejan de sucederse. Desde el Gobierno de Cifuentes, su consejero de Presidencia y Justicia, Ángel Garrido, ha ligado la decisión de Wanda de cerrar su oficina en Madrid a la "inseguridad" para la inversión que genera el "Gobierno de Podemos".

Para Garrido, el Gobierno de Podemos no es "un polo de atracción de inversión", y más "si son grandes", ya que "las pone siempre bajo sospecha".

La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, ha reprochado al Ayuntamiento que no esté cuidando las inversiones que dejó "en marcha" el equipo de Ana Botella, del que la propia Dancausa formaba parte.

También Esperanza Aguirre, portavoz del PP en el Ayuntamiento, ha pedido a la alcaldesa, Manuela Carmena, que "reflexione" sobre esta cuestión, porque no tratar bien a los inversores puede perjudicar la imagen de la ciudad y de España hacia el exterior, y repercutir de forma negativa en otros proyectos de otras empresas extranjeras.

La patronal también critica a Carmena
En la misma línea, el presidente de la patronal madrileña CEIM, Juan Pablo Lázaro, ha incidido en que la posible salida de Wanda puede afectar a decisiones de futuros inversores, y por eso ha instado al Ayuntamiento y a la Comunidad a hacer "todo lo posible" para que la capital sea "una ciudad amigable para la inversión".

Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, también ha alertado del "efecto dominó" que podría producirse. En su opinión, una cosa es "tensar un poco la cuerda" al negociar y otra es romperla dando prioridad a la ideología, afrontando los temas "de manera extremista" y llegando a desproteger un edificio que está "en claro deterioro".

La postura del PSOE
Frente a los críticos, la postura del PSOE, que ha pedido al PP que explique “los verdaderos motivos” por los que el magnate chino habría abandonado el proyecto, "en lugar de escandalizarse por la espantada", ya que si Jianlin da un paso atrás puede deberse a las "promesas" que el anterior gobierno popular le hizo, ha dicho la portavoz socialista, Purificación Causapié.

Carmena remite al acuerdo firmado por el anterior gobierno
El equipo de Carmena ha dejado clara su postura en una nota en su web “Versión original”, donde explica que “el grupo empresarial Wanda compró el edificio España en 2014 sabiendo que el inmueble estaba entonces protegido con un nivel 3 parcial por su valor histórico-artístico, lo que impedía tirarlo abajo”.

“Poco después, también en 2014, la Comisión Local de Patrimonio Histórico, en la que participan la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, accedió a rebajar su blindaje para favorecer “la puesta en valor de un edificio muy degradado debido a su inactividad”.

Obligó, no obstante, a preservar “las partes que revisten importancia desde el punto de vista arquitectónico y escultórico”. Es decir, era necesario respetar la fachada”, dice el Ayuntamiento en su nota.

“En julio de 2015, el grupo Wanda pidió al Ayuntamiento de Madrid, ya gobernado por Ahora Madrid, tirar la fachada alegando motivos de seguridad. Esta solicitud se rechazó y se aportaron informes de servicios municipales y dos estudios de expertos que avalaban que se podía reformar el edificio sin tirar la fachada”.

La nota concluye que en octubre pasado, “Wanda manifestó su intención de comenzar la obra en breve sin tirar fachada, siguiendo pues las indicaciones del Ayuntamiento”, pero este enero la empresa china “informa a través de medios de comunicación su intención de abandonar el proyecto”.