Es sólo un símbolo. Pero muy significativo. María Casado, la presentadora de Los Desayunos se levantó para defender que no le cambiaran a su editor, incluyendo la amenaza de dejar su puesto.., y el director de Informativos, José Antonio Álvarez Gundín, ha acabado bajando la cabeza y aceptando la imposición. En realidad, una pequeña batalla dentro de una guerra mucho más extendida, que es la que realmente preocupa en la dirección de TVE.., y en quienes han diseñado que la radiotelevisión pública sea una pieza clave en ayudar al PP a recuperar su imagen cara a las muchas elecciones que habrá en 2015.

Una situación de resistencia sin precedentes
Los veteranos se lo aseguran a ELPLURAL.COM: "lo que se está viviendo en los servicios informativos de TVE es un ambiente hasta ahora desconocido... esta fuerza y la unión de 'respuesta' a los intentos de manejo por parte de la dirección no la habíamos vivido nunca antes. Desde luego no, por razones profesionales".

El momento álgido, la 'declaración de hostilidades', se produjo, como les contamos en nuestro periódico, el pasado viernes, cuando los redactores realizaron una sentada ante los despachos de los directivos en protesta por un intento de cambiar a dos jefes de área y a tres adjuntos.

Trabajadores de TVE protagonizando la sentada en protesta por los cambios de cargos.., el inicio de la guerra en TVE que no ha cesado. Twitter @anajimeneztve



Nos cuentan que en esa tarde Gundín no podía dar crédito a lo que pasaba. Que con los ojos fuera de sí, pedía explicaciones y solicitaba que se llamara a la seguridad para que actuara. Lo cierto es que desde entonces no se ha vuelto a la calma en los pasillos de Torrespaña. Allí se vive un pulso que no ha cesado entre José Antonio Álvarez Gundín y su 'banda', que intentan imponer un control absoluto sobre la organización y los contenidos de los telediarios, por un lado, y por otro la redacción, que una vez ha descubierto que puede hacerles frente, se niega a ceder.

Reuniones con promesas increíbles
Redactores de los informativos centrales nos dicen que a lo largo de esta semana Gundín está manteniendo reuniones con las áreas una a una (empezó con nacional) en las que se intercalan amenazas sutiles con afirmaciones en el sentido de que el equipo directivo no busca otra cosa que  "subir las audiencias de los telediarios y recuperar el liderazgo". El problema es que la redacción se niega a creerles. Y esto por una razón simple: "ha sido la pérdida de credibilidad la que nos ha traído aquí, y cuando ves que Gundín te habla rodeado de José Gilgado, la mano derecha de Somoano, y todo el equipo base de Urdaci, no puedes por menos que mirarles con desconfianza, por ponerlo suave...". Nadie cree que quienes vienen a profundizar en un modelo de televisión de partido que ha provocado la pérdida de un millón de espectadores en tres años, puedan ser quienes la recuperen.

El problema para Gundín y 'su banda' es que ese 'virus de rebeldía' está empapando a toda la redacción, cuando fue precisamente el fracaso a la hora de imponer el control sobre los informativos lo que costó su puesto al anterior director. "Lo que le costó el cargo a Somoano -nos recuerdan- fue que la redacción entera se levantara en pie en protesta por la manipulación con la que se dio la noticia de la dimisión de Echenique... y ahora se encuentran con que les hacemos una sentada y nos negamos a aceptar sus cambios en el organigrama".

El caso María Casado
En efecto, desde que se cesó a los dos jefes de área (sociedad y cultura) y tres adjuntos (los de nacional y economía), Gundín se ha encontrado con la dimisión de la propia jefa de economía y de ocho adjuntos de área... "Está rabiosísimo..., más teniendo en cuenta su tono desafiante y bravucón, que la gente no le obedezca le desespera -nos dicen-".

El caso que contábamos en el arranque de esta información, de María Casado, es el ejemplo que más repercusión ha tenido, pero no el único. La realidad de este asunto  es que Indira García, la editora contratada a dedo para el informativo de la mañana, tuvo que ser despedida por temas legales internos de TVE. Gundín pretendió sustituirla por el editor de Los Desayunos, Nacho García Mostazo... Y entonces se encontró con el pulso de María Casado, que le dijo que si hacía ese cambio presentaba su dimisión.

Este gesto hubiera sido imposible hace poco... Pero da la sensación de que en TVE el miedo ya no tiene tanto poder como antes. Ahora Gundín quiere imponer su ley.., pero de momento la resistencia de los trabajadores no le permite ni siquiera cambiar a los editores, ni a los responsables de área.