Montserrat Gomendio, número dos de Educación. Detrás, el ministro José Ignacio Wert. Montserrat Gomendio, número dos de Educación. Detrás, el ministro José Ignacio Wert.



Las dificultades económicas de media España son una razón más para mantenerse calladito en casa y no reclamar una educación de calidad. Así parecen entenderlo en el ministerio de Educación, desde donde han intantado dividir a la comunidad educativa de cara a la huelga general de la enseñanza del próximo jueves acusando al colectivo de docentes de tener un puesto de trabajo asegurado, a diferencia de la mayoría de los padres de los alumnos.

"Trabajo asegurado" de los profesores
"Hay que tener en cuenta, de cara los padres, que el colectivo de docentes tiene un puesto de trabajo asegurado y, sin embargo, los padres se están enfrentando a unas tasas de desempleo muy elevadas y dificultades económicas importantes", ha aseverado la secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio, en declaraciones recogidas por Europa Press. Sin embargo, el Gobierno también trabajo por la inestabilidad del profesorado, porque las plazas fijas que ha sacado a concurso no cubren las bajas y según los sindicatos el sistema arrastra un déficit de 22.000 docentes, según sindicatos. Plazas que se cubren con interinos o no se cubren.

¿La calidad de la ensañanza es independiente de las condiciones de los profesores?
Sobre la huelga del jueves, la secretaria de Estado también ha asegurado que evitar que el hecho de que los menores no acudan a clase "no beneficia a nadie: ni a padres ni a alumnos ni a la sociedad en su conjunto". Gomendio ha acusado a los sindicatos docentes de secundar y animar a la huelga con razones que "nada tienen que ver" con la reforma educativa del Gobierno, y les ha acusado de justificar este paro sobre la base de unas reclamaciones laborales del profesorado, que tienen que ver con "mejoras salariales, disminución de la carga lectiva y de los alumnos por aula".