El Estado se ha comprometido a llegar en 2011 al 6% de déficit público sobre el PIB de España y alcanzar el deseado 3% en el 2012. Las CCAA (Comunidades Autónomas) se comprometieron a reducir su déficit en este año  al 1,3% del PIB de cada Comunidad. Pero hay más de una que ya anuncia que no lo cumplirá.

Las CCAA que se van a salir de lo pactado son, especialmente, Castilla-La Mancha, Murcia, Baleares y Cataluña. Las tres primeras fijarán los datos cuando sus nuevos administradores ocupen las oficinas pertinentes y Cataluña ya ha anunciado que su déficit llegará este año al 2,6% de su PIB: el doble de la cantidad pactada.

Si España fuera una entidad emisora de deuda única, se puede asegurar que la diferencia de intereses entre nuestro país y Alemania estaría cerca de los 2 puntos (200 puntos básicos). Pero resulta que también emiten deuda las Cajas y las CCAA. Y algunas de unas y otras tiene mucho peor balance que España. Consecuencia: España se ve penalizada en sus emisiones y las Cajas y las CCAA que están dentro de España salen beneficiadas.

Supongamos que Cataluña se hubiera independizado de España durante esta crisis: hoy la deuda catalana estaría entre el nivel de la irlandesa y la portuguesa, el crecimiento de Cataluña será negativo y su economía estaría intervenida por el BCE y el FMI. Es la solidaridad de toda España la que juega a favor de las Autonomías despilfarradoras y son esas Autonomías las que complican la salida de la crisis de España en su conjunto.

He puesto el ejemplo catalán porque es la única Comunidad que ya ha declarado que no va a cumplir el déficit del 1,3% pactado. Pero el mismo ejercicio podremos hacer tan pronto como los nuevos gobiernos autonómicos tomen posesión de sus responsabilidades económicas.

El mismo ejercicio podría hacerse con Cajamadrid, la CAM y alguna Caja más. Lo veremos en septiembre.

No hace mucho el Comisario Europeo, Joaquín Almunia, abogó por que el gasto de las autonomías se limitase por ley de forma vinculante. No se ha podido llevar a cabo la recomendación por falta de capacidad parlamentaria.

Todos los países de la “zona euro” se han dado cuenta que es imposible tener una (deseada) moneda única si no hay una disciplina presupuestaria acordada por todos: el límite nacional del 3% del déficit se convierte en férreo. Los países que se salgan de esta disciplina lo van a pasar (lo están pasando) mal. Incluso se puede pensar en la salida del euro de un país contumaz.

En España es imprescindible que todas las Comunidades Autónomas respeten también como cifra férrea la que se pacte como déficit común. De no conseguirse ese pacto, es mejor que las autonomías que no quieran coincidir en la estrategia, se marchen del euro.

¿Sólo del euro? Pues eso que lo diga cada uno y que explique a sus conciudadanos por qué tras ciertas decisiones de sus gobernantes se les pone cara de griegos.

Luis Solana es militante socialista y promotor de Nuevas Tecnologías
www.luissolana.com