La Fundación Ángela Navarro, entre otras cosas, ofrece talleres de automaquillaje a personas enfermas.



Tiene 68 años y un curriculum en el que figuran modelos, diseñadores, actores y directores de todo el mundo. Ángela Navarro ha peinado miles de cabezas de película, pero desde hace casi dos décadas está volcada en un proyecto mucho más ambicioso, la terapia estética de los enfermos.

Por una promesa
La vida le cambió cuando todavía no había cumplido el medio siglo. Su trabajo se movía entre los flashes del cine y la moda, pero una amiga, la periodista Ana Muñoz, enfermó de cáncer y les pidió a su hermana y a ella que le devolviesen su imagen. Hasta ese momento, “para mí este era un trabajo fashion”. Ángeles prometió ayudar a más personas con este problema y lo cumplió.

Ángela Navarro decidió ayudar a mujeres con cáncer tras la muerte de una amiga.



No sólo para ricos
En un primer momento comenzó tratando a pacientes ricos y famosos, pero pronto se dio cuenta de que también quienes no podían pagarlo tenían derecho a verse bien. Una psicóloga de la Asociación Española contra el Cáncer le pidió que participara en una conferencia y pocos días después ya tenía en su peluquería de la calle Jorge Juan de Madrid a 100 personas. Pero el espacio, además de quedarse pequeño, no era el adecuado, así que aprovechando un local que le dejó un amigo, montó un centro de estética integral para pacientes oncológicos. Allí han trabajado hasta hace dos años, cuando se trasladó el centro al edificio en el que está su peluquería.

Con y sin ayuda
El camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil. Su nombre, lejos de abrirle puertas “ha jugado en contra”, y aunque muchos le han ayudado, “no tengo palabras para el grupo que entró con nosotras”, también hay quien le ha negado su apoyo. Eso sí, nunca ha estado sola. Tanto sus hermanas como sus hijas están volcadas en el proyecto. “Tengo una hermana que vive en Valencia y viene a Madrid tres días a la semana a atender enfermos”.

La estética como terapia
Lograr que se considerase la estética como terapia requirió también gran esfuerzo. En 2002 Ángeles creó la Asociación Española de Estética Reparadora Integral, pionera en el estudio y desarrollo de métodos que permitan solucionar las secuelas que a nivel estético deja el cáncer y su tratamiento. Nueve años después nació la Fundación Ángeles Navarro, centrada en informar al paciente, formar a formadores e I+D.

Verse bien ayuda a sentirse bien
Ángeles conoce bien lo que sienten los pacientes cuando recuperan cabello, cejas y pestañas. Lleva desde los 14 años en el mundo de la peluquería y aun así “estoy asombrada de la importancia que tiene el pelo”. “El pelo les da libertad”.

Una labor con dos caras
Aunque confiesa que ha tenido ganas de abandonar, la recompensa de los pacientes es tal que no ha sido capaz de hacerlo. “Es algo increíble”. Son muchos los escritos que les dejan en el centro y “hay algunos que no soy capaz de leer”.

Sin embargo, hay un parte mucho más dura que la de sacar adelante los proyectos”, la de perder a los pacientes. Pese a contar con apoyo psicológico, “cuando eso se acaba, hay veces que no se puede trabajar. Hay personas a las que les tomas un cariño impresionante.”

[youtube]https://youtu.be/GZswB7zOURo[/youtube]

La importancia de la formación
Uno de los mayores retos que tiene ahora por delante Ángela Navarro es la formación y crear el mejor centro en este sentido del mundo. “Yo cuando empecé a hacer moda partí de cero”. La formación lo es todo para quien comenzó desde abajo y acabó trabajando con grandes diseñadores. “A mí siempre me entusiasmó aprender” de ahí que considere se necesita con urgencia avanzar en este campo.

Faltan recursos
Del mismo modo que falta formación, faltan recursos. Ángela tiene un acuerdo con la AECC para atender de forma gratuita a 25 enfermos al año y a 6 a precio de coste. Sin embargo, no llega. “Hay lista de espera”. Sin intención alguna de jubilarse, “mientras tenga energía voy a seguir haciéndolo”, su objetivo es cubrir la demanda. “Tenemos llamadas de toda España, no damos abasto”. Por este motivo considera clave instalar pantallas informativas para los pacientes en los hospitales públicos. Todos, hasta hoy, le han dado la espalda.